La familia de un pastor detenido después de las protestas masivas en todo Cuba, ha sido expulsada de su hogar.

El Pastor Yarian Sierra Madrigal fue detenido junto a su colega Blanco Ramírez y ambos han estado retenidos en el ala para mujeres de la prisión de Matanzas desde el 11 de julio.

Las condiciones de la prisión son ‘paupérrimas’, según Solidaridad Cristiana Mundial.

Ahora los grupos de derechos humanos reportan que la esposa del Pastor Sierra, Claudia Salazar, y sus pequeños han sido forzados a dejar su hogar bajo amenazas.

SCM dijo que el propietario recibió un llamado de los agentes del gobierno diciendo que su propiedad sería confiscada si la familia del Pastor continuaba en el lugar.

La mujer y los niños fueron expulsados el 18 de julio y ahora están refugiados en una iglesia local.

El desalojo llegó después de un comunicado público de parte de la Sra. Salazar dónde criticaba a las autoridades cubanas por detener a su esposo y al Pastor Blanco.

«Mi esposo Yarian Sierra y nuestro amigo y hermano, Yeremi Blanco son ciudadanos honorables de Cuba», escribió Claudia.

«Ellos han dedicado toda su juventud y sus vidas a servir a la Iglesia y a las personas. Son hombres de familia, padres amorosos, esposos cariñosos con un testimonio de vida impecable.»

«No son delincuentes, y no llevan una doble vida como las autoridades quieren hacer parecer.»

«Ellos son hombres buenos, siervos de Dios que piensan diferente, que detestan el comunismo y salieron a expresarse como es el derecho de cualquier ser humano, el de pensar y expresar cómo se siente.»

Fuentes le dijeron a SCM de un tercer Pastor Protestante, Lorenzo Rosales Fajardo, recientemente detenido en una prisión estatal en Santiago.

Rosales fue detenido junto a su hijo de 17 años quien había sido liberado un poco antes de volver a prisión y que según su madre «estaba altamente traumatizado» por la experiencia.

El gobierno cubano planea acusar a Rosales y a su hijo de «desorden público». Además, Rosales enfrenta cargos adicionales relacionados con «ataques».

La cabeza de la defensa en SCM, Anna-Lee Stangl dijo: «La decisión de desalojar a Claudia Salazar y a sus pequeños, particularmente en este tiempo tan difícil, es una venganza cruel de parte de las autoridades cubanas, quienes en lugar de concentrarse en esto, deberían atender a las protestas nacionales de manera seria.»

«Seguimos instando a la inmediata e incondicional liberación de los pastores Sierra, Ramírez y Rosales y de los demás detenidos en conexión con el ejercicio fundamental de los derechos humanos; así también exigimos que los cargos sean desechados.»