Hyeon Soo Lim, quien sirvió en una de las Iglesias más grandes de Canadá, fue sentenciado a trabajo duro de por vida en diciembre de 2015, por lo que Corea del Norte consideró intento de derrocamiento del régimen. La portavoz de la familia, Lisa Pak, dijo que la familia de Lim pretende un abordaje más agresivo de parte del gobierno de Canadá, luego de que conocerse la muerte del estudiante universitario estadounidense, Otto Warmbier, ésta semana, días después de ser liberado en coma de un encarcelamiento en Corea del Norte. Doctores en Cincinnati dijeron la semana pasada que Warmbier –quien fuera sentenciado a 15 años de prisión en marzo de 2016, por supuesto intent de robo de un cartel del ex dictador Kim Jong Il- había sufrido daño cerebral severo y que no mostraba respuesta.
«La familia está muy preocupada a esta altura”, dijo Pak. “Esperan que el gobierno canadiense amplíe esfuerzos en términos diplomáticos y comience a ocuparse realmente”. También dijo que no hubo avances sustanciales en el caso desde diciembre de 2016, cuando oficiales canadienses visitaron a Lim. La familia habló con los oficiales ésta semana, quienes prometieron que harían algo diferente, aunque no dieron mayores detalles, dijo Pak y agregó que un tono menor parecía adecuado para la naturaleza de la situación pero la muerte de Warmbier cambió eso. “Los países que tienen detenidos en Corea del Norte tienen una opción ahora y realmente necesitan tomar total ventaja de ella para llevar a gente que sigue viva de vuelta a sus casas con sus familias”. Además de Lim, Corea tiene detenidos a tres norteamericanos más.
Jocelyn Sweet, portavoz de Global Affairs Canada –el departamento de asuntos exteriores del gobierno- dijo que el caso tiene “prioridad absoluta” y que “el gobierno de Canada está muy preocupado por la salud, el bienestar, y la contínua detención del sr. Lim. Hemos estado comprometidos activamente en este difícil caso y los oficiales consulares están trabajando activamente para asegurar la liberación de Lim.
El embajador sueco visitó a Lim este año y le dijo a la familia que se encontraba en estado de salud decente, según contó Pak. La iglesia de Lim en el área de Toronto dijo que él visitó Corea más de 100 veces desde 1997 y que ayudó a establecer un orfanato y una guardería. El año pasado, Lim le contó a la CNN que pasa ocho horas al día cavando pozos en un campo de concentración donde no vio a otros prisioneros.