Extremistas islámicos en el oeste de África han reafirmado su lealtad al Estado Islámico y a su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, después de una serie de ataques en la región de Sahel, durante los últimos meses.

El Diario The Long War, un medio de comunicación operado por el Instituto de la Fundación de Defensa de las Democracias, en Washington, reportó que militantes en Mali y Burkina Faso lanzaron un vídeo el sábado, donde renuevan su fidelidad al califato de Abu Bakr al-Baghdadi.

El video llega después de que varios ataques mortales se le atribuyeran a los grupos extremistas en el norte de Burkina Faso, Mali, Niger y Nigeria, resultando en la pérdida de miles de vida.

Según el representante de la Fundación, Thomas Joscelyn, el Estado Islámico de las provincias del oeste de África continúa compitiendo con al-Qaeda por la lealtad de los potenciales terroristas de la región.

Joscelyn explicó que el nuevo video publicado «tiene la intención de remarcar el compromiso de los seguidores de Baghdadi, a pesar de las perdídas en los territorios de Irak y Siria.» En éstos territorios, el Estado Islámico ha sido expulsado sistemáticamente en gran medida, aunque existen células dispersas aún.

«El objetivo es captar la solidaridad de los radicales para con ISIS, diciendo que aún son ‘leales’ y continuarán batallando contra las fuerzas de los incrédulos que intentan ‘erradicar el califato’,» detalló Joscelyn.

«Los yihadistas le piden a Alá que le conceda a Baghdadi y a su califato ‘gloria’ y ‘perpetuidad’. Luego reafirman su lealtad a ISIS.»

En medio de una serie de ataques en el norte de Burkina Faso, la preocupación crece entre los cristianos que han tenido que abandonar por completo sus aldeas. Los ataques han tenido como objetivo a iglesias y lugares de culto cristiano en el país.

La Fundación cristiana de caridad Bernabé, reportó que cerca de 49 cristianos fueron asesinados desde el 28 de abril en Burkina Faso, mientras que 82 Pastores y 1,145 cristianos han sido desplazados hacia la ciudad de Kaya desde el norte del país.

«Está claro que el objetivo son los cristianos,» dijo un miembro de la Fundación Bernabé. «Las familias que brindan ayuda a cristianos son asesinadas.»