Varias familias cristianas protestantes en el estado de Chiapas al Sur de México puede que tengan que pagar multas ilegales por cuarto año consecutivo si es que no participan en un festival de sincretismo católico romano el cual involucra alcohol, esto de acuerdo con un grupo vigía de persecución.
Por lo menos 16 familias indígenas de la iglesia Presbiteriana Alfa y Omega en la municipalidad de Ocosingo en Nueva las Tacitas están siendo obligadas a pagar una fianza ilegal por rehusarse a tomar parte en el Festival Anual Santa Cruz, localmente llamado “Convivio de Agua”, el día 3 de mayo, así lo ha reportado el grupo Christian Solidarity Worldwide el cual tiene sede en Reino Unido.
Las autoridades locales y comunidades han estado imponiendo multas a las familias cristianas del grupo indígena Tzeltal desde el 2019. La penalidad fue emitida por primera vez en el 2016.
Los cristianos han sido amenazados con perder su suministro de agua si fallan o no pueden pagar la multa, la cual es aproximadamente de $15 dólares.
En mayo del 2021, se les incrementó el cargo de la multa a seis familias cristianas a $25 dólares por familia. Inicialmente cuando no pudieron pagar la cantidad, su suministro de agua fue cortado. La iglesia ha crecido desde entonces y ahora 10 familias más están enfrentando la multa.
El Pastor Miguel Gómez Pérez, un residente local, fue citado diciendo que los fondos recaudados de las multas serán usados para comprar suministros para la celebración del festival, incluyendo bebidas alcohólicas.
La jefa de defensa de CSW y Leader de Equipo de Américas, Anna Lee Stangl dijo en una declaración: “Es inaceptable que estas familias enfrenten el hecho de que se les corte el servicio de agua por cuarto año consecutivo, sin una solución permanente de parte del gobierno, el cual tiene el deber de hacer respetar las provisiones de la ley y asegurar que las autoridades locales sean hechas responsables de sus acciones ilegales”.
“Claramente las familias han sido atacadas debido a su fe y con la intención de presionarlos al conformismo con la religión mayoritaria en Nueva las Tacitas”.
En septiembre pasado, dos familias evangélicas de la Primera Iglesia Bautista en el área de La Mesa Limantitla en el estado de Hidalgo en la municipalidad de Huejutla de los Reyes fueron amenazadas con el corte de servicios esenciales o expulsadas de la comunidad si continuaban rehusándose a negar su fe y pagar una multa ilegal que les había sido impuesta.
En México, tales acuerdos extralegales son comúnmente utilizados en lugar de los mecanismos apropiados de justicia cuando los derechos de las minorías religiosas son violados.
Esto no es un incidente de primera vez de persecución de cristianos en México, la cual ha aumentado debido a la violencia de los carteles de drogas, persecución a manos de católicos tradicionalistas y discriminación violenta por parte de grupos izquierdistas anticristianos, así lo reportó Puertas Abiertas USA.
“En el 2020, México estaba en el lugar 52 de la lista World Watch List de Puertas Abiertas USA. El país ha subido bastante en esta lista”, así lo mencionó el presidente y CEO de Puertas Abiertas USA, David Curry, al The Christian Post en una entrevista anterior. “Eso muy ciertamente será en torno a los problemas de violencia y carteles de drogas”.
Los católicos tradicionalistas comúnmente persiguen a los cristianos mexicanos también. En esta forma, ellos se parecen a muchos grupos rurales pequeños de personas practicando religiones populares antiguas alrededor del mundo. Puertas Abiertas llama a este tipo de persecución “violencia de clan”.
“Estos grupos rurales indígenas ven a las iglesias cristianas como una fuerza externa. Ellos pueden acosar y molestar iglesias y a creyentes que pueda haber en la comunidad”, dijo Curry. “Es dentro de estos cuatro estados en México: Chiapas, Hidalgo, Guerrero, Oaxaca. Es muy localizado”.