Hoy quiero compartirles un relato bíblico muy lindo que me lleva a meditar en lo que tenemos dentro. ¿Estanques vacíos o llenos de qué? En el libro de 2 Reyes 3: 4-20 – 2 Reyes 3:16-17 las Escrituras dicen: “Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados”
El rey Joram de Israel quería ir a la guerra contra el rey de Moab, pero su intención no era presentar batalla solo, y como no deseaba ir solo, para ello llama al rey de Judá, llamado Josafat, y también al Rey de Edom que no tenía ninguna cercanía con Dios, para que luchen con él. Los primeros versículos de este capítulo, muestran que Joram se encontraba lejos de Dios, pecando con todo su pueblo y haciendo lo malo delante de Dios. Mientras que Josafat, andaba piadosamente delante de Dios (1 Reyes 22:41-44) pero comete un error, aceptar la invitación de Joram sin consultarle a Dios, y asimismo añadiendo: “yo iré, porque soy como tú”. ¡Pero la realidad, es que no eran iguales!
Aquí se encuentran, un rey malvado, Joram; y un rey que se olvidó de consultar a Dios, Josafat; Y el Rey de Edom, que como bien dije, no conocía nada de Dios. Todos se metieron solos en el desierto, sin saber que les depararía esta travesía. ¿Cuántas veces hemos hecho lo mismo? ¡Y luego le reclamamos a Dios! El rey de Israel le echa las culpas a Dios (v.10). Dios no los había mandado, y mucho menos, unido. Emprendieron su viaje y en el camino, se quedaron secos. Sus ejércitos no tenían agua para beber, tampoco sus animales. Así que uno de los reyes, el de Israel, Joram, pensó que la batalla estaba perdida y que serian muertos delante del rey de Moab, debido a que también se les acababan las fuerzas y no tenían agua para beber. En ese momento se da cuenta de tal tragedia, y se lo hace saber a la gente que lo acompañaba, y hace una declaración: “Todo este mal viene de parte de Dios”.
Aun así, como recordarán junto con ellos, estaba otro rey, Josafat que era un hombre que conocía a Dios de una forma muy diferente. Josafat había dicho:
2 Crónicas 20: 20: “Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis Prosperados”
Tenían en común estos tres reyes: Estaban desesperados, tenían mucha sed y estaban por enfrentar así al enemigo. Y gracias a Josafat, acudieron a buscar ayuda en la persona correcta, Dios. Ahora volviendo a los versículos centrales de este relato, en 2 Reyes; Eliseo les dijo: “Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. Porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua”.
El profeta les dijo: ¡Prepárense! ¡Es tiempo de que hagan muchos estanques, porque aunque no va a llover, este valle se llenará de agua!. ¿Por qué lo estanques? Porque era necesario que fueran llenos del agua que Dios les enviaría. Si no había estanques vacíos toda esa agua que llegaría al valle sería un gran desperdicio. Solo con los estanques podrían beber ellos y todos los animales que llevaban.
Mujer, este relato bíblico, relata la importancia de ser guiadas por Dios, en todo momento. Hay situaciones agobiantes, momentos en los que indudablemente tenemos que tomar decisiones; y dependiendo del grado de presión, estas pueden ser erróneas, alejándonos de Dios, de Su presencia, de Su amor. Entonces, los estanques vacíos son necesarios, ellos nos hablan de la necesidad de vaciarnos de nosotras mismos, de nuestras propias ideas, del rencor, del tormento del pasado, y la lista es extensa… Un estanque lleno no puede llenarse, porque ya se encuentra lleno.
La promesa de Dios es: “porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos” (Isaías 44:3).
El día es hoy, de tomar una determinación, consulta a Dios en toda acción que vayas a ejercer, él está dispuesto a cambiar la sequía y la escasez en todas las áreas de tu vida ¡Y transformarlas en manantiales de aguas vivas! ¿Se lo permites?