El profesor y director ejecutivo de la asociación, Finn Laursen, dice que millones de niños estadounidenses no están aprendiendo el bien, y no saben diferenciar el mal, en parte porque las escuelas públicas han quitado la educación religiosa. Para reparar la integridad moral que ha sido desgastada, Laursen y sus colegas quieren llevar la luz de Jesucristo a las aulas de las escuelas públicas en todo el país, por eso están preparando a más maestros.

La asociación cristiana, ve a las escuelas públicas de la nación como «el campo más grande para la misión en Estados Unidos», por eso tiene como objetivo mostrar a los maestros cristianos cómo vivir su fe y evangelizar en las escuelas públicas, sin violar la Constitución, que establece no promover ninguna religión en particular. «No estamos hablando acerca de hacer proselitismo. Eso sería ilegal», dice Laursen.

La asociación enseña a los profesores que tienen el derecho de orar con sus colegas durante el recreo, a la hora de almuerzo o durante el tiempo libre. Pueden hablar de su fe antes y después de las clases. Pueden responder preguntas de los estudiantes sobre sus creencias. Pueden orar con los estudiantes fuera de las horas de trabajo.