El gobierno de Estados Unidos está pidiendo la liberación inmediata del obispo bautista Hkalam Samson, quien fue arrestado y detenido por la junta de Myanmar hace tres meses.
Samson, un asesor de la Convención Bautista Kachin, fue arrestado a principios de diciembre y culpado de reunirse con miembros de un grupo armado étnico y de llevar a cabo una reunión de oración con miembros de un gobierno civil paralelo de Myanmar, también conocido como Birmania.
“Condenamos el arresto y detención de un prominente líder cristiano Kachin, Reverendo Dr. Hkalam Samson, la cual fue llevada a cabo por el régimen militar de Birmania, “, dijo Ned Price el portavoz del Departamento de Estado en una rueda de prensa reciente.
El conflicto entre el ejército, conocido localmente como Tadmadaw, y las milicias de las minorías étnicas ha escalado desde el golpe militar en febrero 2021, y conforme las milicias étnicas han estado apoyando a los protestantes pro demócratas. La junta ha asesinado a más de 3,000 personas y arrestado a casi 20,000 otros hasta el viernes pasado, esto de acuerdo a The Assistance Association for Political Prisoners.
“Estamos extremadamente preocupados por su bienestar y seguridad, y urgimos a nuestros socios y aliados a unirse a nosotros en el llamado al régimen para desestimar todos los cargos e inmediatamente e incondicionalmente liberar al Reverendo Samson, dijo Price.
Samson, quien previamente había fungido como presidente de KBC y secretario, es el presidente de la Asamblea Consultiva Nacional Kachin, un grupo de religiosos locales y lideres políticos quienes ayudan a fomentar la comunicación entre la Organización de Independencia Kachin, o KOI, la cual es el ala política del Ejercito de Independencia Kachin, y la comunidad local.
El país al sureste de Asia es hogar de la guerra civil más larga, la cual comenzó en 1948.
Las zonas de conflicto son las largas fronteras de Myanmar con India, Tailandia y China.
Los cristianos conforman apenas un poco mas del 7% de la nación mayoritariamente budista, pero son mayoría en el estado Chin, el cual tiene frontera con India, y con el estado Kachin, el cual tiene frontera con China. Los cristianos también conforman una parte sustanciosa de la población en el estado Kayah, el cual tiene frontera con Tailandia.
El pastor detenido organizó los funerales de más de 60 victimas del golpe de la junta en un concierto de aniversario KOI en el poblado de Hpakant en octubre pasado y trató de hacer arreglos para que los heridos recibieran tratamiento medico de emergencia en los hospitales más cercanos.
Un mes después del incidente, él participó en una reunión de oración en Myitkyina, organizado por el Concejo de Iglesias de Myanmar, el cual representa los grupos cristianos del país, para conmemorar las víctimas.
Price elogió el “increíble trabajo abogando por la libertad religiosa, justicia, paz, y responsabilidad” de Samson. Él dijo que “debería ser celebrado y replicado, no condenado”.
“Adicionalmente urgimos al régimen a cesar su represión desmesurada contra los actores religiosos y comunidades en Birmania y ponerle fin a la violencia”.
En noviembre pasado, la junta militar bombardeó un seminario bautista en el estado Shan, hiriendo a por lo menos cuatro hombres en el dormitorio.
En junio pasado, múltiples reportes, incluyendo la ONU, revelaron que la junta desproporcionalmente había apuntado a las minorías religiosas, incluyendo cristianos, y brutalmente atacaron y asesinaron a cientos de niños desde el golpe militar.
Tom Andrews, un ponente especial de la ONU en la situación de los derechos humanos en Myanmar, dijo en un reporte en esa ocasión que “los ataques implacables a los niños subrayan la depravación de los generales y el deseo de causar sufrimiento inmenso a las victimas inocentes en un intento de subyugar a las personas de Myanmar”.
Concentrándose en el asesinato de niños, el ponente de la ONU dijo durante este reporte de hechos sucedidos, “he recibido información sobre niños quienes fueron golpeados, apuñalados, quemados con cigarros, y sujetos a simulacros de ejecuciones, y a quienes se les habían arrancado las uñas y los dientes durante largas sesiones de interrogación”.