La violencia contra los cristianos tribales en la comunidad Kuki-Zo en el noreste del estado de Manipur en India ha escalado a pesar de las intervenciones militares, esto desde el 3 de mayo del año en curso.

El conflicto recientemente ha cobrado ocho vidas mas y dejó a 29 heridos. A la fecha, 131 cristianos Kuki-Zo han sido asesinados, con 200 de sus aldeas y mas de 360 de sus iglesias que han sido ya sea quemadas o destruidas.

Los últimos incidentes ocurrieron en las áreas fronterizas entre el distrito Bishnupur, el cual es hogar de los hindú en su mayoría de la comunidad Meitei, y del distrito Churachandpur donde viven los cristianos Kuki-Zo, esto de acuerdo a The Print, el cual dice que las victimas incluyen a cuatro de cada comunidad.

Los lideres Kuki-Zo le dijeron a The Christian Post que personas de la comunidad Meitei están siendo asesinadas solo cuando ellos entran a las áreas tribales para iniciar los mortales asaltos.

La violencia surgió en Manipur después de una orden de corte controversial para que el estado considerara extender los beneficios económicos especiales y cuotas, previamente reservadas para las personas tribales de Kuki-Zo, a la población de Meitei. También le daría al estado respaldado por el gobierno de Meitei el derecho de comprar tierras en las colinas donde viven las personas Kuki-Zo.

El gobierno ha desplegado aproximadamente a 50,000 soldados, policía armada y otro personal de seguridad par enforzar en las zonas neutrales entre las dos comunidades. A pesar de estas medidas, las turbas han saqueado mas de 4,000 armas y medio millón de cargas de munición de la policía de Manipur, esto de acuerdo a los estimados oficiales.

El teniente General P.C. Nair, director general de la fuerza paramilitar Assam Rifles, describe la situación como “sin precedentes”, resaltando el “gran numero de armas” dentro de ambas comunidades como una preocupación clave, esto de acuerdo a The Wire. ‘Las turbas rodean a las fuerzas, las mujeres que bloquean las carreteras son los nuevos obstáculos para las fuerzas entrenadas para pelear insurgentes armados”, dijo él.

Nair añadió, “Estamos aquí solamente para acortar los niveles de violencia…pero lo mas importante, estamos tomando múltiples organizaciones de sociedad civil y varios inversionistas para que mantengan conversaciones”.

La Corte Suprema de India también hizo notar que “no quedaba ley y orden en Manipur”.

Casos de violencia se han trasladado a los tribunales en Assam. Ha sido criticado el papel de la policía del estado en controlar la violencia y permitir los “saqueos” de armerías.

Mas de 131 personas de la comunidad Kuki-Zo han sido asesinadas, y sus 200 aldeas, 7,000 casas y 360 iglesias han sido destruidas o quemadas, esto de acuerdo al Foro Indígena de los Lideres Tribales, el cual dice que por lo menos 41,425 personas siguen desplazadas.

Sin embargo, los cuerpos de solo 35 victimas están en los hospitales en el distrito Kuki-Zo Churachandpur, el cual las personas locales han llamado Lamka. Docenas de cuerpos están en los hospitales en el área de Meitei dominada por Imphal, donde la mayoría de las victimas Kuki-Zo fueron asesinadas durante los días iniciales de la violencia.

Un líder tribal del dijo anteriormente al CP que un entierro masivo de la gente muerta en Kuki-Zo seria llevado a cabo después de que los cuerpos que están en Imphal fueran transportados a Churachandpur.

El Partido Nacionalista Bharatiya Janata gobierna Manipur y al gobierno federal.

En julio, el Parlamento Europeo pasó una resolución urgiendo al gobierno indio a restaurar la paz urgentemente en Manipur.

La resolución declara que “Ha habido preocupaciones sobre pólizas motivadas políticamente y divisorias promoviendo el hinduismo mayoritario, y sobre el incremento de la actividad de los grupos militantes”. También hay “historias de involucramiento bipartidista por las fuerzas de seguridad en los asesinatos que han incrementado la desconfianza en las autoridades”.