“Así pues, tengan mucho cuidado de no olvidar las cosas que han visto, ni de apartarlas jamás de su pensamiento; por el contrario, explíquenlas a sus hijos y a sus nietos.” Dt.4:9
Hacer discípulos es parte de los secretos de la vida misma. Llevar adelante el proceso de enseñar es todo un desafío que vale la pena asumirlo. Los que hemos sido llamados a esta tarea, los que tenemos la vocación de enseñar, no podemos dejar de: 1) cuidarnos de nuestros pensamientos y vivirlos y 2) soltarlos, mostrarlos, enseñarlos, explicarlos.
Enseñar a hijos y nietos no es nada fácil y menos en estas épocas donde las culturas sociales son infectadas por la televisión, internet y los malos ejemplos que lamentablemente nos rodean. Quiero transmitirte hoy que, aunque no lo creas, muchos te están observando y viendo tu ejemplo de vida y vas a tener que luchar contra esos pensamientos que destruyen todo, que te llevan a olvidar tu tarea de enseñar, que abandones tu rol de educador o formador.
Educador y educando. En una familia, en el trabajo, en el organigrama donde te encuentres, siempre tus actitudes serán vistas por otros. Lo único que puedes hacer es cuidarte de no olvidar tu rol de educador, de formador y sigue enseñando conducta, principios, valores, decencia, educación. Alguien lo tiene que hacer.
Por otro lado están los educandos, los que aprenden, los que te miran, los que te copian, los que te juzgan. Ellos son alumnos, discípulos, o simplemente asistentes o meros observadores. Sobre ellos no tenemos poder alguno aunque seamos sus padres o gerentes. Son seres en crecimiento que necesitan del referente y muchas veces ellos desvían su mirada a los malos ejemplos, aquellos que con las drogas y el alcohol buscan la felicidad, los que se apoderan de lo ajeno y la oferta es inmensa. En una empresa a los que no actúan correctamente los despiden, pero en la vida de familia estos problemas son muy difíciles de resolver.
Que puedes hacer?
La Sabiduría Milenaria nos enseña: “Tengan mucho cuidado de no olvidar las cosas que han visto, ni de apartarlas jamás de su pensamiento.” Vas a tener que enfrentar problemas de rebeldía por doquier y solamente resistirás no olvidando tu rol de educador. Una ley física dice que en el espacio “un punto está en movimiento con respecto a otro que está fijo”. Mantente firme en la fe, en tus principios, en los valores eternos, explícaselos, que tarde o temprano, aquellos que perdieron el rumbo volverán a las raíces, te encontrarán y te imitarán.