Todos nacemos en pecado:

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Romanos 3:23

 

Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.

Gálatas 3:22

 

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

1 Juan 1:8 

Porque Dios no está dispuesto a que nadie se pierda, Él dio a su Hijo (Juan 3:16) y esto significa que la salvación es una posibilidad para todos.

Los niños deben aprender quien es Dios.

Los niños nacen con necesidades, y responden primero a las personas que están a su cuidado, a los cinco años el carácter se forma casi en su totalidad; debemos aprovechar este tiempo para guiarlos y enseñarles a que amen a Dios y que elijan con principios cristianos.

Reforzar la tendencia de buscar a Dios.

A muy temprana edad la tendencia a pecar puede ser reforzada por el mal ambiente y el mal ejemplo. Es igualmente cierto que la capacidad para amar puede ser despertada y fortalecida por un ambiente piadoso y amoroso.

Por otro lado, los padres y maestros que aman a los niños y los guían cristianamente pueden demostrarles que las necesidades se satisfacen en Cristo.

Esté dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo

La educación de niños, exige de más preparación que la mayoría de los otros tipos de ministerio.

  • Exige de trabajo consistente; mantenerse al día. Exige energía; fortaleza física y emocional.
  • Los que trabajan con los niños a veces se sienten como que nadie los aprecia. Deben servir sin necesidad de reconocimiento público.

Sabiendo que cambiarán generaciones, y formaremos niños de bien, con valores cristianos.