El hombre prudente ve el peligro y se protege; el imprudente ciegamente avanza y sufre las consecuencias.

Proverbios 22:3

Vivimos en una sociedad con muchos conflictos y profundos cambios tecnológicos, donde nuestros niños consultan más las redes sociales que a sus padres.

Esto produce un cambio cultural y de valores cristianos en la niñez, desde una edad temprana, tendríamos que enseñar con palabras y con nuestro ejemplo.

Los valores hacen que las personas nos comportemos tomando las decisiones justas sin ocasionar daño a nosotros mismos ni al prójimo.

Algunos de los consejos Bíblicos para educar en valores cristianos a los niños son:

1. Dar ejemplo: primero nosotros, somos un espejo de lo que serán nuestros hijos.

2. Leer cuentos o historias bíblicas en los que se enseñe valores, Los niños siempre quieren parecerse al protagonista de la historia.

3. Enseñarles desde muy pequeños los valores que se deben seguir. Cuando los niños son pequeños, no tienen muy claro lo que es correcto e incorrecto y se dejan llevar por las emociones o lo que han visto en la red; Por eso es importante que, se les vaya enseñando, siempre con una justificación y de manera que el niño entienda el por qué hay que comportarse de cierta manera.

4. Hacerles ver que los malos actos tienen su consecuencia en esta vida.

5. Que sepan que tienen nuestro respaldo y consejo en todo momento.

6. Si obran con amor y confianza en Dios; sabrán que han tomado una buena decisión.

7. Aprender los conceptos Bíblicos es de un continuo aprendizaje, si se equivocan el pedir perdón es un gran valor y no tienen que avergonzarse.

Es importante motivar la autoestima en los niños, ya que estar bien con un mismo es siempre el principal valor. Que entiendan que Nosotros y Dios lo amará incondicionalmente, pase lo que pase.

Debemos aceptarnos tal como somos y que esta sociedad, ni nadie en las redes sociales podrá aun con sus nuevas modas o costumbres movernos de nuestra fe y forma de pensar.

 Y mucho menos a decirnos que ser diferente está mal.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Mateo 24:35