Uganda es un país pobre del continente africano. Cada año, decenas de niños se dirigen hacia la gran ciudad de Kampala en busca de nuevos horizontes. Pero, no siempre se logra el objetivo y la contracara es terminar como víctimas del tráfico de niños o convertidos en “niños de la calle «.

Ante esta terrible realidad, Luckey de la asociación Every Child Ministries pensó que podía hacer algo para cambiar esto. Y se dijo: “Si pudiéramos ayudar a las familias a desarrollarse en su comunidad; incentivar el desarrollo espiritual; llevar a los niños a la escuela; hacer todo lo posible para mantener a los niños en un mejor ambiente cerca de casa, entonces no harían tan largos viajes que casi siempre resultan ineficaces y peligrosos tanto para ellos como para sus madres”.

3519

Chicos recibiendo frazadas

Para ECM, alcanzar tal anhelo fue un largo proceso, debido a que Uganda es un país con escasos recursos. Sin embargo, actualmente hay muchos niños que participan de la asociación. Cada uno de estos niños rescatados tiene la oportunidad de asistir a la escuela, además de recibir ropa y útiles escolares. También los niños reciben abundante comida todos los días, y a medida que crecen, y cumplen años, tienen la oportunidad de recibir la formación profesional que los capacitará en diversos oficios, que luego les permitirá mantenerse por sí mismos.

Otra de las grandes ventajas de este programa es que estos niños tienen la oportunidad de escuchar el Evangelio y conocer a Jesús. Sobre esta propuesta tan trascendente, Luckey de Every Child Ministries explicó: «A los niños se les brinda una orientación espiritual. Hacemos un club semanal y actividades para que ellos aprendan sobre la Biblia y se diviertan haciendo actividades prácticas. Nuestra idea es que de este modo conocer acerca de Jesús sea algo muy agradable”.-