¿Conoces esos días en los que te sientes deprimido? Sí, todos los tenemos y es una sensación que no se puede quitar. Pero hay una cosa que puede ayudarte a sentirte mejor: ¡la música! Y cuando decimos música, nos referimos a escuchar canciones cristianas.

Como ya sabemos, las letras de las canciones realmente pueden tocar el corazón. Es el mismo sentimiento cuando tenemos el corazón roto y escuchamos una canción de ruptura. Pero en este caso, en lugar de sentirnos más deprimidos, escuchamos la palabra de Dios y fortalece nuestro corazón. Nos ayuda a darnos cuenta de que sea lo que sea por lo que estamos pasando, Dios está con nosotros … ¡todo el tiempo!

Hay canciones seculares que agravan nuestra situación, al sentirnos mal esas profundizan el problema por el que estamos pasando. Mientras que las canciones cristianas y basadas en conceptos bíblicos, logra darnos alivio y esperanza cualquiera sea el problema por el que estamos pasando.

Podemos decir que tenemos que hacer una lista de canciones que nos bendicen y hacer de ellas nuestra compañía, sin olvidar la oración y la lectura bíblica que son recursos a la mano que como hijos de Dios podemos recurrir, también ministrar a otros que están pasando por este mismo problema y será una interesante terapia donde el poder de Dios nos acompañe. Los mejores Salmos de David los escribió bajo opresión y dificultades casi sin solución.

Mis ojos están cansados de llorar
    a causa de mis penas y de mis enemigos.

¡Aléjense de mí, perversos!
    Porque el Señor ha escuchado mi llanto.
 El Señor escuchó mis ruegos;
    el Señor aceptó mi oración.

También tenemos nuestras canciones favoritas que fueron aprendidas en momentos que no sabíamos claramente el valor de las palabras que las formaban, pero en plena batalla encontramos que fueron bálsamo a nuestras heridas sufridas en el campo de guerra. ¿Quién escribió tremenda letra? ¿A quién se le cruzó por la mente palabras tan acertadas? Fueron dadas en momentos difíciles que el autor logró trasponer y ahora solo queda como aporte al que deba pasar por la misma lucha.

Hoy recuerdo con alegría melodías que me ayudaron en los valles más oscuros, donde la única compañía fueron esos acordes y sé que a cada lector le estará ocurriendo lo mismo en esos momentos de oscuridad, pero les recuerdo que muy pronto llegará el amanecer.