Imagina que tu padre hubiese sido asesinado y que tuvieses que ver a la familia del asesino cada día. Esta es la situación que Wasihun tuvo que enfrentar en Etiopía. A los siete años, vio cómo su padre fue asesinado por su fe en Jesús. Y luego tenía que ir al colegio con los hijos del asesino de su padre. Hoy, cuatro años más tarde, Wasihun va a otro colegio y dice estar feliz de ir a ese colegio. Tiene amigos con los que jugar y a quienes amar. Gracias a las oraciones y el apoyo de la iglesia global, Puertas Abiertas está pagándole los gastos escolares.

Si hoy te encontraras con este niño, no podrías imaginarte ninguno de los traumas que ha vivido por su amabilidad y entereza. Su padre se llamaba Motuma Kemede. Y su familia era la única familia cristiana en un pueblo de creencia animista. Esta religión cree que todas las cosas tienen un espíritu para ayudar o para causar daño. Cuando Motuma rechazó formar parte de sus rituales, la comunidad se volvió más y más hostil hacia él. Constantemente lo insultaban o le advertían verbalmente de que renunciara a su fe. Pero Motuma permaneció firme en su fe en Jesús.

En agosto de 2013, los vecinos decidieron cumplir sus amenazas. Buze, la madre de Wasihun recuerda: «Entraron en casa a medianoche. Yo estaba atemorizada. Eran tres hombres los que entraron, y había otros esperando fuera». Escuché los gritos, diciendo: «Acuchíllalo». Wasihun recuerda que él estaba agarrado a las piernas de su padre mientras sus asesinos le arrastraban por el suelo. Lo acuchillaron hasta matarlo.

Dos días después de este horrible acontecimiento, miembros de Puertas Abiertas fueron a visitar a Wasihun y su familia. Como es de imaginar, la familia estaba completamente desolada. Wasihun solo lloraba y decía que su padre había prometido traerle maíz tostado. Tal deseo había sido brutalmente arrebatado.

Además del dolor, la familia se preguntaba cómo podría continuar ahora sin la ayuda de Motuma, si ya tenían dificultades para llegar a fin de mes aun cuando estaba vivo. Pero con las oraciones de la familia de la iglesia global, Puertas Abiertas ha podido ayudar a Wasihun y a su familia a largo plazo: casi desde que Motuma murió, nuestros colaboradores locales han podido visitar a la familia para animarla, llevarle cartas desde todo el mundo, proveerles de comida, pagarles el colegio a los niños y apoyar a Buze para que empiece un pequeño negocio.

Wasihun dice: » Mi padre trabajaba desde muy temprano hasta la puesta de sol. Y cuando murió, nosotros estábamos desolados. No veíamos ninguna esperanza. Pero el Señor añadió todo lo que necesitábamos. Dios ha provisto todo».

Buze nos dice también: » Vuestra presencia fue más valiosa que cualquier cosa para mí. Me hizo sentir que tenía hermanos y hermanas que se preocupaban por nosotros. Mi esperanza está viva porque me siento apoyada emocional y económicamente. Con vuestra ayuda he podido comprar una vaca para hacer queso, leche y yogurt. También he podido comprar y vender cosas en el mercadillo y puedo moler pimiento para venderlo”.

La familia continúa siendo amenazada por los vecinos animistas. Han descubierto a gente del pueblo entrando en su casa e intentando robar sus animales. Cuando Wasihun y sus hermanos van a la iglesia, Buze se queda en casa para cuidarla. Pero Bachu, la hermana de Wasihun, nos dice: » creo que siempre va a haber gente que nos provoque. Pero cuando se burlan de nosotros, nos arrodillamos y oramos a Dios para que nos dé paciencia».

El apoyo continuo de la iglesia global está ofreciendo a la familia esperanza y futuro, tal como nos asegura Buze: «Gracias a vosotros, hermanos y hermanas, he podido más que sobrevivir juntamente con mi familia. No hubiera podido imaginarme una vida sin vuestra ayuda, no habría sobrevivido con nueve hijos. Desearía de verdad bendecir a todos los que nos mostraron su amabilidad. ¿Qué puedo decir? Solo tengo agradecimiento hacia Dios por cuidar de nosotros”.

Por su parte, Wasihun dice: “quedé aturdido por completo al ver cómo mi padre fue asesinado delante de mí, pero Dios nos consoló y nos dijo que Él será el Padre de cada uno de nosotros”.