El cambio climático afecta a todo el planeta Tierra en mayor o menor medida. En ocasiones, su impacto genera situaciones muy difíciles, que incluso, dificultan las tareas de socorrismo.

Así ocurrió en Irak. Unas semanas después de sufrir una ola de calor, este país de Medio Oriente fue afectado por fuertes lluvias e inundaciones en varios lugares de su territorio.

A raíz de ello, el pastor Farouk Hammo, regresó recientemente de Bagdad y se encontró con que tanto la iglesia como el centro desde donde prestan ayuda, estaban anegados.

El pastor Hammo solicitó ayuda a Puertas Abiertas y al informarles de la situación, enfatizó: «Al regresar a casa me encontré con que el templo y los edificios contiguos estaban todos inundados. Necesitamos que oren por nosotros”.

Como siempre ocurre, no sólo lo grave es la catástrofe en sí sino además sus consecuencias. Tal el caso de las inundaciones, ya que deshacerse de toda esa agua supone todo un reto. Así también lo explicó el Pastor al relatar que “la situación se complica mucho más, cuando se presentan problemas con la electricidad y los generadores de la iglesia están estropeados por el agua. Lamentablemente, a esto se les ha sumado la falta de combustible que dificulta bombear el agua que inundan los edificios”.

Esta situación ha sido clasificada como “desastrosa” por parte del pastor Hammo, quien es ingeniero hidráulico, y fue uno de los responsables de la construcción de la presa de Dohuk y de otros diques, y su experiencia le permite realizar estas aseveraciones.

Convocatoria a la oración por Irak

El Pastor Farouk Hammo pide que nos unamos en oración y roguemos a Dios para: -Que finalice este fenómeno meteorológico, ya que el país necesita desesperadamente el agua, pero en cantidades proporcionadas para que el suelo pueda absorberla. Y –por los desplazados que viven en tiendas de campañas, no solo en Bagdad, sino en muchas ciudades más. Hay miles de iraquíes, entre ellos muchos cristianos, que viven en condiciones pésimas desde la llegada de ISIS.-