Más de 300 ministros evangélicos de toda Holanda se turnan de forma rotatoria en el oficio de los servicios religiosos para mantener la inviolabilidad que la ley otorga a los templos durante la celebración de los mismos.

(HOLANDA, 21/11/2018) Durante los últimos 27 días, una pequeña iglesia protestante en La Haya ha estado llevando a cabo servicios religiosos las 24 horas del día para proteger a una familia de refugiados armenios de la deportación.

Por ley, a los oficiales de policía en los Países Bajos no se les permite ingresar a lugares de culto durante los servicios religiosos. Así pues, pastores de todo el país se han turnado para celebrar servicios en la Iglesia Bethel para evitar que los funcionarios arresten a la familia Tamrazyan, que ha estado en los Países Bajos durante nueve años. «Al brindar hospitalidad a esta familia, podríamos darles tiempo y lugar para [demostrar] al Secretario de Estado la … urgencia de su situación», dice Theo Hettema, presidente del Consejo General de Ministros Protestantes.

Sasun y Anousche Tamrazyan y sus tres hijos, Hayarpi, Warduhi y Seyran, huyeron de su Armenia natal y buscaron asilo en los Países Bajos después de que el activismo político de Sasun les hiciera objeto de amenazas de muerte. Después de varios años de procedimientos judiciales, un juez concedió asilo a la familia, pero el Gobierno inició un proceso judicial y logró anular esa decisión. (En opinión de Hettema esta reversión del estado de asilo de Tamrazyans puede ser parte de la estrategia del Gobierno para limitar la inmigración).

Ante esa situación, la familia solicitó un «perdón de los niños», un resquicio legal que permite que las familias de refugiados con niños que han residido en los Países Bajos durante más de cinco años puedan obtener un permiso para quedarse. Su solicitud fue denegada, lo que no es inusual: el gobierno holandés solo ha otorgado 100 de 1.360 solicitudes para el perdón de un niño desde mayo de 2013.

Los Tamrazyans habían estado viviendo en un centro de asilo en el municipio de Katwijk durante dos años cuando se enteraron de la orden de deportación. Decidieron buscar refugio en una iglesia cercana, pero era demasiado pequeña para albergar a la familia, así que se acercaron a otras congregaciones protestantes en La Haya para pedir ayuda. El pasado 25 de octubre, la Iglesia Bethel respondió a su llamada acogiéndoles. La familia Tamrazyan ha estado allí desde entonces.

La solicitud de acoger a los Tamrazyans pone al liderazgo de la iglesia en una posición incómoda porque, como explica Hettema, ninguna iglesia debería tener que elegir entre el respeto por la dignidad humana y el respeto a la autoridad del Gobierno. Pero al final la iglesia decidió dar la bienvenida a la familia para mantenerse fiel a «la apertura y la hospitalidad de la iglesia». Hettema dice que la iglesia no planea finalizar el servicio religioso, pero tiene la esperanza de que el Ministro de Migración, Mark Harbers, usará sus poderes «discrecionales» para otorgar la residencia a los Tamrazyans, como lo ha hecho en el pasado en casos semejantes.

“Ninguna iglesia debería tener que elegir entre el respeto por la dignidad humana y el respeto a la autoridad del Gobierno” –pastor Theo Hettema.

Fuente: Euronews.com, Agencias / Traducción y edición: Actualidad Evangélica