Una iglesia evangélica del suroeste de Bangladés estaba celebrando un bautismo para sus nuevos creyentes, 45 en total, cuando algunos hindúes locales entraron con la intención de detener la celebración.
«Los hindúes estaban descontentos al ver que personas de su comunidad [hindúes] se estaban convirtiendo al cristianismo», dijo el pastor local. «Ahora son testigos de cómo se bautiza a su gente y querían impedirlo. Incluso intentaron detener todas las actividades de la iglesia aquí».
La discusión que estalló se volvió rápidamente violenta cuando los hindúes locales empezaron a coger cualquier cosa que pudieran encontrar para utilizarla como arma.
El pastor dijo: «Al darme cuenta de que la situación se estaba saliendo de control, informé a la policía local, y vinieron para protegernos. Entonces la situación se normalizó y pudimos seguir con nuestro programa de bautismo».
A pesar del feliz desenlace, ver la rabia de los lugareños fue suficiente para meter miedo a los creyentes. Sabían que aunque ahora están tranquilos, es solo porque están en presencia de los policías. Los hindúes locales siguen enfadados con los cristianos. Los líderes de la iglesia han pedido sus oraciones para que los nuevos creyentes se fortalezcan en su fe, incluso a pesar de la continua oposición y los desafíos que enfrentan.
Fuente: Puertas Abiertas