Costi Hinn, sobrino del televangelista Benny Hinn, ha identificado cinco tipos ‘peligrosos’ de miembros de iglesia y alienta a los pastores a proteger a la ‘preciosa novia de Cristo’ de estos agentes.
En reciente posteo de su blog, Hinn, pastor de la Iglesia La misión de la Biblia en el Condado Orange, en California, explicó que los pastores no deberían dudar en ‘cuidar las filas de la iglesia de miembros que dividen y que prueban estar más inclinados a la rebelión que al apoyo.’
«Claro, que habrá temporadas donde los miembros no serán fáciles de atender y necesitarán Pastores que ofrezcan consejo, muestren bondad y paciencia, y soporten con amor. Ése es su trabajo,» dijo. «Pero hay momentos donde los pastores necesitan tomar coraje y apartar a aquellos que intencionalmente provoquen problemas.»
El primer tipo de miembro peligroso, según Hinn, es el ‘manipulador monetario’, una persona que da significativamente a la iglesia para ‘manipular su agenda’, y cuando no se salen con la suya, retiran sus donativos.
«Este tipo de miembro de iglesia ignora completamente el hecho de dar generosamente sin esperar nada a cambio (1 Timoteo 6:17-18),» dijo Hinn. «A veces, saben mucho de la iglesia porque crecieron en ella, o siempre sirvieron en algún ministerio. Desafortunadamente, toda su experiencia y conocimiento no se traslada a su sumisión al Cuerpo de Cristo.»
El segundo tipo es el ‘espectador del rincón’, y según Hinn, el orgullo de estos miembros le impide usar sus dones para beneficiar a la iglesia y servir a otros.
Estas personas siempre esperan que otros hagan el trabajo y nunca se involucran.
El tercer tipo es el ‘extorsionista’ o el individuo que usa su posición o riqueza para manipular el mensaje del pastor.
«Familias de influencia ponen al pastor en la posición de hacer lo que ellos quieren bajo la amenaza de ‘quedarse sin nada’,» dijo Hinn. «Esta terrible situación es la razón por la que conviene tener denominaciones y asociaciones en las iglesias, para poder relocalizar a los pastores afectados.»
Cuarto, el ‘ocupado amargado’, quién se pasa ‘ un montón de tiempo paseando, esparciendo rumores y creando divisiones, cuestionando el liderazgo y revelando secretos.»
«A menudo se puede notar un patrón de murmuración, amargura y discordia en las iglesias debido a éste tipo de miembros. Usualmente, no lidiando con sus propios corazones y contaminando a la iglesia con su orgullo.»
El último tipo, según Hinn, y el más peligroso, es el ‘jugador de la culpa’, quién culpa al pastor de sus propios pecados y problemas.
«Aquellos que se rehúsan a amar a sus esposas, que no abandonan la pornografía, y que no aceptan la guía del pastor, son quienes luego culpan a su líder de sus desgracias. Ellos no necesitan al pastor, necesitan a Cristo».
Hinn cerró su mensaje con un aliento para los pastores: «Tomen fuerzas, pastores fieles. Hay personas a las que se puede dejar ir. Enfoquense en la loable tarea que les encomendó el Maestro, de servir a aquellos que Dios confío a su cuidado. Él les recompensará (Apoc. 22:12)».