Vuelve a Casa Hijo

Lucas 15:11-32

La transformación que hace Jesús en nuestra vida cuando le entregamos nuestro vida es total e increíble, no hay como el milagro de la salvación, alcanza al ser humano en su totalidad: cuerpo, alma y espíritu. 

Has escuchado la historia del hijo Pródigo, pero nunca la has analizado es por ello que muchas veces no entendemos los propósitos que Dios tiene para nuestras vidas. Por esta razón quiero dedicar este tiempo para hablar de este importante tema: EL HIJO PRÓDIGO.


¿QUÉ ES LO QUE NOS HACE ALEJARNOS DE NUESTRO PADRE?

Cada día de nuestra vida luchamos contra nuestro propio Yo interior.

Este enemigo creará situaciones para alejarnos de nuestro Padre Celestial, situaciones como: problemas graves como hijos nos revelamos contra la familia, o en su matrimonio, perder el control de sus finanzas, problemas de salud, a perder la paz interior y lo peor de todo es que comenzaremos a echarle la culpa de lo que nos está pasando a las personas que nos rodean.

 

Tres puntos para considerar:

  1. Cuando nos olvidamos que Jesús le dio sentido a nuestra vida: Lastimosamente muchas veces somos hijos desagradecidos, ya que después de que Jesús transformó nuestra vida y nos comienza a bendecir, es ahí en donde se nos olvida que las bendiciones que estamos experimentando es porque Dios nos las está dando. Y comenzamos a alejarnos de Él a través de no congregarnos, de ya no hablar con Él en oración, ni mucho menos leer su Palabra. Somos malos administradores de las bendiciones que Dios nos da porque permitimos que nos absorban el tiempo que antes le dedicábamos a Dios.

 

  1. Cuando estamos permitiendo que algo le quite el tiempo que dedicábamos para Dios: Cuando comenzamos a dedicarle más tiempo a otras cosas que a Dios, es ahí en donde nuestra vida espiritual va menguando a tal punto de no mantener una vida diaria de oración, de servicio a Dios, etc.

 

  1. La curiosidad de experimentar “cosas nuevas”: A muchos la curiosidad de experimentar cosas nuevas los llevan a olvidarse de agradar a Dios. Pues luego de muchos años a lo mejor de estar en los caminos de Dios, permiten que las cosas del mundo los atraigan. Recuerda para caer en pecado primero se “Ve” luego se “codicia” y luego se “toma”. Como lo que hizo el rey David con Betsabé, primero la vio, luego la codicio y luego la tomó y cayó en pecado.

 

El hijo pródigo de la historia bíblica, no estaba satisfecho con lo que tenía en su casa, sino que quería experimentar “cosas nuevas” las cuales con el tiempo vinieron a hundirlo, a tal punto que toco fondo.

Pero lo bueno es que en el Señor no hay nada imposible y Él está dispuesto a ayudarte a salir de las situaciones difíciles.

 

Pero para que Dios pueda obrar en tu vida tienes que:

  1. Reconocer que te has alejado de Dios.
  2. Tienes que pedir perdón pero con un corazón sincero.
  3. Tienes que tener la suficiente humildad como para permitir ser transformado nuevamente, en pocas palabras tienes que tener un corazón de siervo.
  4. Tienes que buscarlo en la oración, congregándote, sirviéndole, hablándole a otros de lo que Él ha hecho en tu vida.
  5. Lo más importante para que nunca vuelvas a caer en el error de alejarte de Dios, RECONOCE DE DONDE DIOS TE HA SACADO Y QUIEN ES EL QUE TE SACÓ DE AHÍ. 

 

Nunca olvides de donde Dios te ha sacado, nunca olvides lo que Él ha hecho por ti, por tu familia o por tus amigos o hermanos. 

No importa el pecado que hayas cometido Jesús quiere perdonarte y quiere hacer de ti un instrumento útil, permite que Jesús sane tus heridas.

Dios te está esperando con los brazos abiertos

Bendiciones

 

Photo: Chris Benson / Unsplash