El evangelista Carlos Annacondia junto a un grupo de pastores oraron por el país en vísperas de elecciones
de la nación, y ante una crisis económica que afecta a muchos hogares sin trabajo, otros con el flagelo de la droga.

Con su voz casi afónica de tantas campañas y haciendo un llamado a la unidad de la iglesia, hizo ver lo que falta para que se pueda ver un cambio grande en la nación. Ya se supero la diferencia que en otro tiempo marcaban las denominaciones pero como iglesia hoy hay que ir por el «Que seamos Uno».

Sin lágrimas no hay almas cambiadas, sin lágrimas no hay transformación de un país, recomendó el legendario evangelista, y recomendó que debemos volver al clamor a Dios por los pecadores de todos los niveles.

Annacondia confesó que en un tiempo íntimo de oración, Dios le mostró que cada lágrima es un una vida trasformada, esta fue una introducción a un tiempo especial de oración donde el grupo de pastores reunidos para este motivo lograron comprender que se está frente a un tiempo bisagra para la sociedad.

Todos los presentes cayeron de rodilla llorando frente a la misma presencia de Dios y se pudo sentir que algo maravilloso se viene para Argentina, derramando lágrimas por Argentina.

La convocatoria a este tiempo de oración por argentina fue realizado por «Argentina oramos por vos» y «ACIERA».  Y se realizó en Boedo 860 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hoy jueves 10 de Octubre.