El templo de la iglesia evangélica Lámpara Dorada, en la ciudad de Linfen, de la provincia de Shanxi, ha sido derribado esta semana por las autoridades locales. Es el segundo derribo de una iglesia cristiana en un mes en el país, que amenaza con seguir llevando a cabo estas medidas de presión para aplicar las nuevas leyes de religión aprobadas el pasado año.

Según informó RadioFreeAsia, las fuerzas paramilitares de la Policía Popular Armada utilizaron excavadoras y dinamita el martes para destruir la iglesia. Así se puede observar en el vídeo publicado por la organización ChinaAid.

Un pastor local en una iglesia cercana, que habló bajo condición de anonimato, dijo que había visto muchos policías paramilitares el martes en torno a la iglesia, que fue desmantelada por maquinaria pesada. Después oyó una sonora explosión, indicó el pastor.

Un miembro de la iglesia consultado por la radio citada explicó que no hubo incidentes de violencia hacia los cristianos, aunque agregó que él mismo se encontraba a partir de entonces “bajo arresto domiciliario”.

La congregación, que tiene más de 50.000 miembros, ha chocado durante años con el gobierno. Cientos de policías y personas contratadas destrozaron el edificio y confiscaron Biblias en otro incidente en 2009 que terminó con largas penas de prisión para líderes de esta iglesia evangélica. Entonces se acusó a los líderes del grupo de ocupar ilegalmente terrenos agrícolas y alterar el tránsito al reunirse, según medios estatales.