Dios es el autor de toda energía y actividad. El Espíritu Santo regenera, recrea, da vida; ¡Él es entusiasta! Si Dios caminara en los zapatos de un maestro no malgastaría el tiempo en cosas de poco valor, sino que se esforzaría en cumplir bien cualquier tarea encomendada. ¿Cree usted que Dios estaba con pereza cuando creó el mundo? No, cada célula de su ser vibraba de energía. Por eso, «todo lo hizo hermoso» (Eclesiastés 3:11). Nuestro Dios, es un Dios de fuerza y actividad. El maestro cristiano necesita tener la misma disposición que la del Maestro de Galilea: entusiasmo y energía recreadora de vida.
La palabra entusiasmo significa «tener a Dios dentro». Cuando Cristo vive en mí, no hay circunstancia negativa que me pueda bajar el ánimo. Por supuesto, lucho a diario contra el enemigo; pero Jesús me hace «más que vencedor». Un maestro amable, entusiasta y colaborador, producirá alumnos del mismo calibre. ¿Quisiera usted ser esa clase de maestro de Escuela Bíblica?
El apóstol Pablo, gran predicador y maestro, pidió a los cristianos que lo imitaran (1 Corintios 4:16 y 11:1). ¿Cómo se atrevió a hacer tal cosa? Por la simple razón de que él a su vez imitaba a Cristo. Reconozca la influencia que la vida de usted como maestro ejerce sobre los alumnos. Ante ellos, usted es un representante de Cristo, y lo que ellos lo vean hacer, guiará, en gran parte, el destino de sus vidas. Trate de ejercer sobre ellos una influencia viva y llena de Cristo.
Los niños en la Escuela Bíblica se enamorarán del Dios que ama su maestro hasta que un día tenga un encuentro personal con Jesucristo, y comiencen a amarlo y seguirlo.
Por tanto, os ruego que me imitéis. Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.
1 Corintios 4:16-17 RVR1960
Nunca dejes de ser Entusiasta en Cristo.
Bendiciones
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