Desde el este de Asia, a través del hilo telefó­nico, el pastor David Veramendi Takaeda, Su­pervisor Nacional del Movimiento Misionero Mundial de Japón, atestiguó sobre el sólido cre­cimiento de la Obra de Dios en la tierra del sol naciente. En diálogo con Impacto Evangelístico, la revista que edifica tu vida, días antes de la ce­lebración de la XV Convención Nacional Japón 2015, el joven misionero reveló, además, que el MMM está en plenas tratativas para la adquisi­ción de un edificio de dos pisos en la ciudad de Komaki, donde se establecería el primer templo propio en Japón.

¿Cuál es su análisis del progreso del MMM en suelo japonés?

El avance de la Obra de Dios es innegable. En la actualidad tenemos iglesias establecidas en las ciudades de Narita, Saitama, Hashimoto, Oppa­ma, Shizuoka, Toyohashi, Hekinan y Komaki, y contamos con un nutrido grupo de miembros, en su mayoría de origen latinoamericano. Sin em­bargo, y pese a las diferencias culturales, nuestra labor misionera también ha despertado el interés de algunos ciudadanos japoneses y esperamos, con la bendición del Señor, tener muy pronto fie­les de procedencia local.

Pastor, por favor, realice una breve reseña de la historia del MMM de Japón.

El MMM arribó a este archipiélago, confor­mado por 6,852 islas, hace más de quince años gracias a la voluntad del Todopoderoso, que ins­piró a un misionero quien llegó a territorio nipón con los mensajes del reverendo Rodolfo González Cruz bajo el brazo y empezó a predicar la Pala­bra de Dios. Luego, en 2008, me hice cargo de la coordinación de los diversos templos establecidos y trabajé, junto al resto de miembros, para lograr el tan ansiado crecimiento del MMM en Japón.

¿Cómo enfrenta la Obra de Dios las ba­rreras idiomáticas y culturales que existen entre los hispanohablantes y los japoneses?

Hemos apelado al apoyo de los miembros más jóvenes de la Iglesia, que en su totalidad han nacido en esta nación, puesto que ellos son los que mejor dominan el idioma local y están más familiarizados con las costumbres de los japoneses. De este modo es que veni­mos predicando, con la dirección del Señor, las buenas nuevas a paso firme entre los nipo­nes. Tenemos la firme convicción de que muy pronto el Altísimo hará realidad un gran avi­vamiento en Japón.

¿Es cierto que en Japón existe un deseo oculto de conocer el mensaje del Señor?

Así es. Cada día me entero de diversos tes­timonios de hermanos que han comprobado en sus quehaceres cotidianos el hambre de Dios que hay entre los japoneses. Por ahora, el bu­dismo es la religión mayoritaria en Japón, pero me atrevo a afirmar que en un futuro cercano el cristianismo será lo más destacado aquí.

¿Qué nos puede informar acerca de la po­sibilidad de adquirir un inmueble en la ciu­dad de Komaki que serviría para constituir el primer templo propio del MMM de Japón?

Esa posibilidad es concreta y la analizamos porque en la actualidad todas las iglesias esta­blecidas en suelo japonés funcionan en locales alquilados. De concretarse, previa aprobación de los Oficiales Internacionales, compraríamos un ambiente, de dos pisos, construido sobre un área de 250 metros cuadrados y que incluye una cochera. Este inmueble nos serviría para estable­cer nuestra primera iglesia propia. Asimismo, la filial de la ciudad de Oppama está en busca de un terreno para comprarlo y edificarlo.