Según el diario Ahram Online, la explosión en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, también conocida como El-Botroseya en el complejo de la Catedral de San Marcos, dejó como resultado al menos 25 muertos y 49 heridos.
La procesión en honor a las víctimas se llevó a cabo el lunes por la mañana, en la Iglesia de La Virgen Maria, en la ciudad de Nasr. El funeral tuvo lugar en el Unknown Soldier Memorial, también en el distrito de la ciudad de Nasr. Asistió a los servicios en honor a las víctimas el presidente de Egipto, Abdal Fattah El-Sisi y sus colaboradores de más alto rango.
La Iglesia atacada fue constituida en 1911, sobre la tumba del Primer Ministro de Egipto entre 1908 y 1910, Boutros Ghali.
El-Sisi dispuso tres días de duelo nacional. «El blanco de los terroristas son los coptos y los musulmanes… Egipto sólo se volverá más fuerte y más Unido bajo estas circunstancias,» dijo en su discurso.
«Hemos sido profundamente lastimados por la violencia y el terrorismo que ataca a los fieles creyentes, oramos por nuestros mártires y por los heridos,» expresó la Iglesia Ortodoxa Copta en un comunicado. «La Iglesia egipcia insiste en perseverar en la unidad nacional, la que hace de los egipcios y de Egipto, una tierra bendecida.»
El Seminario Islámico Al Azhar Sunni dijo en un comunicado: «Este es un ataque terrorista, también en contra del Islam… Atacar lugares de culto religioso y matar inocentes son actos criminales, que violan los principios del Islam.»
Ningún grupo se ha adjudicado el ataque hasta el momento. El mismo ocurrió dos días después de que seis policía murieran en una explosión en el Cairo, perpetrada por un grupo que, según creen las autoridades, tendría estrechos lazos con la Hermandad Musulmana.
La embajada de Estados Unidos en el Cairo condenó los ataques, y el secretario de Estado, John Kerry expresó sus condolencias a su par egipcio, Sameh Shoukry, durante una llamada telefónica el domingo por la tarde.