De acuerdo con la información de Fox59 News, en el estado de Indiana, EE.UU., un policía fue despedido por evangelizar, mientras realizaba su trabajo.

Brian L. Hamilton, de 40 años, es un policía estatal, que presuntamente utilizó una parada de tránsito, y que aprovechó esta oportunidad para compartir su fe y evangelizar a un ciudadano.

Wendy Pyle, una policía del condado de Fayette fue detenida por Hamilton por exceso de velocidad. Pero, después de que él emitiera su advertencia, procedió a preguntarle a qué iglesia asistía y si era salva.

Más tarde, Pyle dijo que ella respondió “sí” a ambas preguntas porque ella se había sentido incómoda con la situación y quería que se terminara lo más rápido posible. Al parecer, Hamilton también habría indicado a Pyle a la iglesia a la que él asiste.

La American Civil Liberties Union (ACLU) presentó una demanda, en nombre de Pyle, reclamando de que sus derechos constitucionales habían sido violados por el hecho de que el policía había interferido su trabajo por su fe.

Esta es la segunda vez que se presenta una denuncia contra Hamilton. En los últimos 18 meses, fue acusado de evangelizar mientras estaba en servicio oficial.

“Cuando él está involucrado en actos oficiales por trabajo, sobre todo cuando él es un oficial de policía, ese tipo de paradas son inherentemente coercitivas. Ese no es el momento para estar hablando con la gente sobre su religión”, dijo Richard Waples, un abogado de derechos civiles de Indianápolis.

El capitán David Bursten, jefe oficial de Información Pública de la policía estatal informó: “Hoy finalizó el trabajo de Hamilton con la policía del estado. Fue el resultado de una investigación interna, producida independientemente de las acciones legales iniciadas por el ICLU en contra del señor Hamilton”.

Hamilton sostiene que él hacía simplemente lo que el Señor le dijo que hiciera. Y enfatizó: “¡Oh!, bueno … Sólo estoy siguiendo lo que el Señor me dijo que hiciera y no se puede cambiar lo que el Señor te dice que hagas”, dijo a Fox59 en una entrevista telefónica. “Así que, si el Señor me dice que hable de Jesucristo, lo hago. Y es por eso que me despidieron. De modo que esta es mi situación actual”.