El atentado del martes por la noche en el aeropuerto Ataturk de Estambul, donde tres suicidas mataron a 41 personas en las instalaciones de uno de los grandes nudos de comunicaciones en la región, es la punta para una industria muy golpeada ya por varios atentados más en los últimos meses.

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Servicios sanitarios esperan en las puertas del aeropuerto Internacional Atatürk para socorrer a los heridos de las explosiones. (Reuters)

Los atentados del ISIS, que durante 2015 se centraron en los nacionalistas kurdos y sus simpatizantes, este año han atacado directamente al turismo: en enero un suicida se hizo estallar en la céntrica plaza de Sultanahmet y mató a una decena de turistas alemanes y, dos meses después, otro se explotaba en la avenida Istiklal, también en Estambul, acabando con la vida de 4 turistas de Israel e Irán.

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Sacide Bugda, madre de Abdulhekim Bugda, que fue una de las víctimas de la explosión de ayer en el aeropuerto Ataturk de Estambul, es consolada por sus familiares mientras camina hacia la morgue en Estambul. (Reuters)

Las organizaciones armadas kurdas, después de asesinar a más de 60 personas en sendos atentados en febrero y marzo en el corazón de la capital, Ankara, atentaron el pasado 7 de junio en pleno centro turístico de Estambul: asesinaron a 4 civiles y a 7 policías. El grupo armado TAK, que reivindicó la bomba, advertía: “Los extranjeros no son nuestro objetivo, pero Turquía no es un país seguro para ellos. Hemos iniciado una nueva guerra”. Además, fuentes de seguridad consultadas, reconocen que los yihadistas también tienen en mente atacar centros turísticos, lo que ha llevado a extremar las medidas de vigilancia en lugares como Capadocia, Antalya, Esmirna (Izmir en turco) y Estambul.

En los últimos ocho meses ha habido cinco explosiones de bomba en el centro de Estambul y cuatro en la capital, Ankara.

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La entrada del aeropuerto Ataturk en Estambul después de las explosiones. (AP)

ANÁLISIS: «Que el amor no se enfríe.» – por el Pastor Luis Dominguez, CEO de La Gaceta Cristiana

En Mateo 24:12 la Biblia dice: «y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.» Estamos llegando a esos días, porque es tan grande el despliegue de maldad que si los muertos son pocos o ocurrieron en un lugar determinado del mundo, cobra su cierto valor o importancia y muchas veces solo lo leemos como una mera información estadística un tanto como para tener de que hablar con los mas cercanos mientras tomamos un café.

Hoy nadie llora por una cantidad de muertos en un país lejano, lo notamos cuando los diarios locales como con tranquilidad aseveran que dentro de los muertos no se encontraron compatriotas y así se da vuelta la página y nos vamos a la sección de espectáculos o deportes.

Tenemos que mantener la llama ardiente como cristiano del amor al prójimo, no sea que la maldad nos gane la partida y terminemos con el amor apagado. Oremos por los desconocidos que sufren fuera de nuestras fronteras y animemos a otros a tener encendida la llama de la sensibilidad frente a una ola de maldad que va en aumento.