Kenneth Howard, de 22 meses que había desaparecido de su hogar en Kentucky el domingo, fue encontrado vivo y en “excelentes condiciones”, y las autoridades le dieron el crédito a que hubo una intervención divina por la milagrosa supervivencia.

Después de tres días de búsqueda de varias agencias de rescate, el pequeño fue encontrado sentado en una roca cerca de un acantilado.

El niño fue llevado de inmediato a los servicios médicos en helicóptero para ser examinado, y aunque estaba un poco deshidratado, su estado de salud era muy bueno. El pequeño les repetía a los rescatistas, ‘aqui toda la noche’, indicándole que ese había sido el lugar donde permaneció durante su ausencia.

Carter Conley, de Magoffin Búsqueda & Rescate, dijo que Kenneth y su caso fueron un milagro: “Le dije al padre que era un día para celebrar”, dijo Conley. “Fue un trabajo en equipo, y Dios nos guió para saber en qué dirección movernos”.

“He participado en muchas búsquedas, y éstas es una de las pocas que resultó exitosa,” remarcó. “Estoy tan agradecido por ello. Fue un gran trabajo en conjunto.”

Kenneth pasó más de 60 horas solo y a la intemperie precisamente en los días en que se festeja el Día de la Madre en su país. La búsqueda involucró a la Estación de Policía, a más de 300 voluntarios, helicópteros, drones con cámaras que captan temperaturas, vehículos y perros. Todo resultó en que el pequeño volvió a salvo con sus padres.

Su padre contó que temía que Kenneth haya sido secuestrado y ofrecía U$ 5,000 de recompensa por quién tuviera datos. Reconoció que la vuelta de su hijo sano y salvo fue ‘lo mejor que le pasó en la vida’.

“Al principio no creía cuando me dijeron que era él,” dijo Elfen Howard. “Luego me enviaron una fotografía de mi pequeño. Fue impresionante.”

La hermana de Kenneth, Tasha, le atribuyó la aparición del pequeño a la evidencia de la presencia de Dios: “Fue muy duro, pero jamás perdimos la fe,” dijo la muchacha. “Sé que Dios está con nosotros, sino no lo hubiéramos encontrado.”

La Estación de Policía de Kentucky aún investiga las circunstancias de la desaparición del pequeño. Los miembros de la familia creen que se alejó caminando cuando jugaba en el frente de su casa y se perdió.

Los rescatistas dijeron que el niño estuvo expuesto a la hipotermia, pues no tenía abrigo y en las noches la temperatura baja considerablemente. Además, existen coyotes y osos en la zona que rondan buscando alimentos. “Existieron grandes peligros que pudieron ser mortales para el niño.”

Durante el tiempo de la búsqueda, se montaron vigilias de lo vecinos para mostrar apoyo a la familia. Cientos se unieron a orar y entonar coros, con la esperanza de la vuelta con vida del pequeño. Pastores dirigieron plegarias por la vida de Kenneth cada hora hasta que fue encontrado.

“Si existen los milagros, él es uno de ellos sin duda,” dijo el Sheriff del condado. “Gracias a todos los que optaron, ayudaron y apoyaron.”