Con un estimado de 5.5 millones de personas que enfrentan emergencia alimentaria, una economía deteriorada que ha resultado en una terrible inflación, y más de 1.83 millones de sudaneses del sur que ahora viven como refugiados fuera de su país, es fácil desanimarse acerca de la situación de Sudán del Sur.

Semejantes verdades y cifras pueden verse abrumadoras. Pero éstos números no cuentan la historia completa de todo lo que está tomando lugar en la más nueva nación del mundo. Historias de esperanza están apareciendo de repente de un lado a otro del país. Dios se está moviendo en Sudán del Sur.

En el hospital del condado de Maban, situado en el medio de cuatro campos de refugio, 18 enfermeras han dedicado los últimos 14 meses aprendiendo a mejorar las técnicas médicas para poder cuidar mejor y servir a aquellos que están enfermos, heridos y débiles. Samaritan’s Purse reconoce la importancia del empoderamiento de los miembros del staff local, así que, se les ha facilitado un programa de entrenamiento en enfermería, para que los enfermeros sean capaces de continuar desarrollándose como profesionales en el campo de la medicina.

En el otro lado del país, en un área que está actualmente experimentando niveles de emergencia en inseguridad alimentaria, hay campesinos cuyas huertas son exuberantes y abundantes de comida, porque están poniendo en práctica las enseñanzas agriculturales provistas por Samaritan’s Purse. Los pescadores locales también recibieron entrenamiento en técnicas avanzadas de pesca, que les han posibilitado tener más comida para alimentar a sus familias, tanto así que al pescado extra los venden en el supermercado, cambiándolo por otro tipo de alimentos o dinero en efectivo.

En un colegio bíblico de Sudán del Sur, el director eligió vivir con un pequeño ingreso, porque sabe que el único camino hacia el verdadero cambio de esta joven nación es tocando el corazón de la gente. El deseo de su corazón es enseñar y edificar pastores que puedan volver a sus pueblos y compartir las Buenas Nuevas de Jesucristo con la gente de allí. Mientras que  la decisión de liderar el colegio y ahorrar un pico de dinero parece ir en contra a la forma del mundo, este humilde hombre sabe que un día el Señor lo considerará y dirá “bien hecho mi buen y fiel siervo”.

En pueblos situados en el medio del pantano, Samaritan’s Purse está trabajando junto a las comunidades para perforar pozos de agua a mano, porque el agua limpia es vital para la salud y la supervivencia. Ahora, la gente local no tiene que caminar largas horas por lugares peligrosos para conseguir agua para sus familias. Los miembros de la comunidad se dieron cuenta del valor de tener acceso a agua segura cerca de sus casas, con una única proclama, “ esto no significa que es solo para nosotros, sino también para las generaciones venideras”.

En adición, Samaritan’s Purse ha estado alentando a las iglesias locales para que acepten el llamado de “ser la luz del mundo” en sus comunidades. Los miembros de la iglesia sacrifican su tiempo, dinero y recursos para cuidar a aquellos de su alrededor que están en necesidad. Cuando una de las congregaciones escuchó acerca de una mujer mayor que estaba mendigando en las puertas de un supermercado porque estaba muy débil para trabajar, el grupo hizo un largo viaje para visitarla y ofrecerle comida y dinero para que no tenga necesidad de volver a pedir.

La viuda estaba tan agradecida por la calidez y bondad que los miembros de la iglesia mostraron, que preguntó, “¿Por qué ustedes me ayudaron cuando mis vecinos no lo hacen?, la respuesta fue simple- la iglesia desea vivir el mandamiento bíblico de cuidar a las viudas, huérfanos y necesitados como Jesús lo hizo.