Cristianos refugiados y ciudadanos asilados en Sri Lanka están escondidos dentro de la estación de Policía por miedo a las amenazas de muerte de parte de ciudadanos enfurecidos, después de los bombardeos del Domingo de Pascua donde murieron más de 250.

Múltiples organizaciones de Derechos Humanos están levantando la voz debido a que varias comunidades migrantes en Sri Lanka, provenientes del Sur de Asia y Medio Oriente, se han visto forzadas a buscar protección legal tras la violencia creciente después de los bombardeos de Pascua.

Aunque en un principio el blanco de los enfurecídos ciudadanos de Sri Lanka eran pacíficos musulmanes y sus propiedades, ahora también temen por sus vidas Cristianos de Afganistán y Paquistán, quienes huyeron de sus países por la persecución religiosa

Anton Kyanq, Pastor en Sri Lanka que asiste a Cristianos en necesidad, contó que al menos 60 cristianos paquistaníes y afganos refugiados se encuentran dentro de la estación de Policía en Negombo (una de las tres ciudades atacadas durante el domingo de Pascua).

Kyanq ha trabajado con la Asociación Cristiana Paquistaní para proveer ayuda a cristianos desplazados en la estación de Policía. Se estima también que otras 160 que se encontraban en la ciudad con asilo internacional, están siendo resguardados en la estación de Policía también.

Sri Lanka es el hogar de 1,600 paquistaníes que buscaron asilo, y de afganos e iraníes que huyeron de sus tierras por conflictos religiosos, políticos o étnicos. Muchos de ellos estaban rehaciendo sus vidas con la ayuda de Naciones Unidas.

También hay refugiados musulmanes siendo protegidos de las amenazas.

«A la gente se le dijo que los ataques terroristas tuvieron un trasfondo Islámico. Así que ellos asocian que cualquiera que tenga creencias similares puede estar conectado a los grupos radicales,» dijo Kyanq.

Dentro de la estación de Policía, se le ha dado a las víctimas sólo unas mantas para cubrirse pero nada más, están a la intemperie a merced del clima y de muchas cosas más.

Los Refugiados pueden ir a sus casas durante el día y volver a la estación, pero si lo hacen, es a su propio riesgo pues no cuentan con protección.

Kyanq contó que la organización está proveyendo comida a quienes se encuentran en la estación, y a los que han sido rechazados en otras dependencias gubernamentales pero ni cuentan con muchos recursos.

En Negombo, cientos de Musulmanes Ahmaddiya, seguidores de una secta del Islam, que reclaman por paz y tolerancia, han tenido que huir de sus casas también.

«Ellos viven como una comunidad unida. Aún junto con los cristianos. Se identifican al ser minorías perseguidas,» explicó Kyanq.

Una cristiana paquistaní contó como se vio forzada a abandonar su hogar después de los bombardeos del 21 de Abril.

«Estaba cocinando cuando llegaron unas personas y dijeron que teníamos que irnos,» dijo Hafza. «El dueño nos echó de la casa por miedo a ser atacado también. Tuvimos que salir con nuestros niños.»

Según Kyanq, el gobierno planea eventualmente relocalizar a los que se encuentran en la estación de Policía a un área donde se encuentren protegidos.

«Se elegirá un lugar y se establecerá un campamento. El gobierno se encargará de todo. Eso es lo que dicen,» remarcó Kyanq.

Human Rights Watch, una organización internacional de derechos humanos, reportó que cientos de otras personas se refugiaron en escuelas locales de Negombo.

Varias organizaciones se unieron y lanzaron un comunicado, llamando al gobierno de Sri Lanka a tomar las medidas necesarias para asegurar la protección de las comunidades minoritarias y de sus espacios de culto.

El comunicado estima que cerca de 1,200 personas de Paquistán y Afganistán, en su mayoría musulmanes, huyeron de sus hogares en Sri Lanka por miedo a las amenazas, y a la intimidación después de los bombardeos de Pascua.

Las organización instan a una ‘urgente relocalización’ de los refugiados en Negombo hacia ‘espacios con adecuado saneamiento, donde puedan dormir tranquilos y gocen de seguridad.’