A veces creemos que cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón y entramos en una relación íntima con el, estamos exentos de todo mal que nos pudiera venir.
Tenemos promesa Divina de que seremos sacados de grandes males, pero para que nos saquen de un lugar, quiere decir que primero estaremos en el.
La Palabra de Dios (La Biblia) dice: Aunque ande en valles de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tu estarás conmigo… Lo que rescataría aquí es que todos en algún momento de la vida tenemos que pasar por esos valles, estados depresivos y sombríos, donde parece que moriremos, sin tener la certeza de que podremos llegar al otro lado.
Pero lo que nos llena de ánimo es que Dios estará con nosotros, no importan las circunstancia que nos rodeen, podemos saber entonces que hemos encontramos una verdad importante que nos da consuelo en la tempestad y esperanza para lo porvenir.
Cuando era un adolescente pasé las pruebas más agobiante de mi vida, en este tiempo estaba junto a mi madre, una mujer de mucha oración, pero que hoy se que en más de una oportunidad su fe flaqueaba, pero nos animábamos con una frase al terminar de orar para que el Señor resolviesen tremendas dificultades que con nuestras fuerzas o capacidades no lo podíamos hacer, terminábamos ese tiempo de búsqueda y clamor diciendo: «Después de la tormenta viene la calma».
La vida se desarrolla con todos esos altibajos que nunca desaparecen, pero es bueno tener una compañía que nos proteja y nos de alivio en tiempo de angustia, y no tener miedo de ningún mal, ya que sabemos que con el siempre terminará ocurriendo algo sobrenatural.
Hoy después de muchos años y en honor a Jesucristo que no solo es mi Dios, sino que hoy lo cuento como mi único salvador, puedo decir que siempre llegué al «puerto» acompañado con la calma que solo él puede dar.
Si estás pasando por las mas terrible de tus luchas, pruebas o dificultad hoy te garantizo que si depositas toda tu vida en Jesucristo el tomará tu mano y te guiará a lugares seguros. Hoy es tu día, este es el momento y te animo a que no lo dejes pasar, es la oportunidad que Dios te está dando en este instante para llevarte de su mano a una gran victoria en todo los órdenes de tu vida, espero que la sepas aprovechar.