Arqueólogos dicen que están sorprendidos por descubrimiento de una ‘magnifica e impecable’ tumba de 3,600 años de antigüedad, en una ciudad Cananea del estado de Megido, que se menciona en el libro de Apocalipsis en la Biblia.
National Geographic reportó el miércoles que el ‘extraordinario’ hallazgo podría ofrecer pistas potenciales acerca de la dinastía real que gobernó el sur de Haifa, hoy parte de Israel, antes de ser conquistada por Egipto en el siglo 15 A.C.
Por alrededor de cinco milenios, desde el 3000 A.C. hasta 1918, Megido sirvió como un pase estratégico e importante para las fuerzas militares internacionales y comerciantes, además de ser escenario de muchas batallas históricas.
Se describe en Apocalipsis 16:16, como un lugar llamado ‘Armagedón’, que deriva de Har-Meggido, o ‘Valle de Megido.’
Los arqueólogos dicen ahora haber descubierto una tumba del siglo 15 A.C., cuando Megido fue sitiada durante siete meses por las fuerzas egipcias del Faraón Thutmose III, y eventualmente se rindió. Thutmose III luego incorporó a Canaán como provincia de su imperio.
Israel Finkelstein y Mario Martín de la Universidad de Tel Aviv, y Matthew Adams del Instituto de Arqueología W. F. Albright, quienes estuvieron llevando adelante las excavaciones en Megido desde 1994, primero encontraron un corredor cerca de los palacios de la Edad de Bronce, cerca de la zona de las tumbas.
«Las tumbas contenían restos de tres personas, un hombre, una mujer, y un niño, quienes estaban adornados con elaborada joyería de oro y plata. El hombre tenía una corona dorada, lo que sugería que pertenecía a un alto nivel de la sociedad.»
«Estamos hablando de un mausoleo de una élite familiar, por lo monumental de la estructura, los tesoros encontrados y la cercanía con los palacios reales,» dijo Finkelstein.
Además, los arqueólogos encontraron restos humanos más antiguos dentro de las tumbas, lo que sugiere la tradición de ritos funerarios ancestrales en la región.
Un estudio de ADN a los restos encontrados en las tumbas de Megido busca determinar si eran habitantes comunes de la ciudad cananea o si venían de transfondos más selectos.
«Estos estudios tienen el potencial de revolucionar lo que sabemos acerca de la población de Canaán, antes del surgimiento del mundo de la Biblia,» dijo Finkelstein.