El mundo está esperando tener 3.3 billones de cristianos para 2050, según Good Faith Media. Pero la pregunta del millón es, ¿Cuántos de estos cristianos serán verdaderos discípulos de Cristo?”.

“Entonces Jesús le dijo a sus seguidores, ‘Quien quiera ser mi discípulo debe negarse a si mismo, tomar su cruz y seguirme” (Mateo 16:24). Este llamado de Cristo es lo que separa a los maduros de los bebés. Desafortunadamente, muchos no están dispuestos a negarse a si mismos y llevar la cruz para seguir a Cristo. La mayoría de los cristianos creen que se han vuelto discípulos de Jesús cuando hicieron la oración de entrega, que les aseguró el perdón de sus pecados.

La mayor misión de la Iglesia es conectar a las creyentes con las enseñanzas de Cristo, para crecer a Su estatura. Lamentablemente, esto a veces es obviado por muchas iglesias. No recuerdo a nadie que me haya dicho que debía negarme a mi mismo y tomar mi cruz cuando llegué a Cristo. Sin embargo, me fue dicho que todos mis problemas terminarían y que Cristo los resolvería y me daría prosperidad. Esta perversión es la responsible de la falta de crecimiento en el Cuerpo de Cristo hoy.

Cuando somos reconciliados con Dios, una nueva relación es establecida que nos permite acceder a Él. Jesús nos instruye en lo que debemos hacer. Él nos enseña cómo ser como Él en palabras y acciones. Él nos prepara y nos envía a evangelizar al mundo.

Cristo sabía que nadie podría ser efectivo en el servicio a Dios si no crucificaba su carne. Él nos envía al campo con condiciones desconocidas y desagradables que producen sufrimiento y dolores. Nuestra resolución de llevar nuestra cruz nos capacita para continuar aún en las mas terribles situaciones. Cristo espera que sigamos sus instrucciones cuidadosamente y que apliquemos lo que aprendemos con dedicación. Él nos instrucciones sobre qué hacer y cuidadosamente evalúa nuestro desempeño. Hace esto a través de Su Palabra escrita.

El mandato que Cristo nos dió es ir al mundo a hacer discípulos en todas las naciones (Mateo 28:19). ¿Estamos realmente haciendo discípulos o solo juntando multitudes? Si los cristianos se han negado a si mismos y llevan su cruz diariamente, deberíamos esperar que sean indulgentes con los estilos de vidas pecaminosos? Los creyentes deberían ser cuidadosos de no discipular fuera de la Palabra de Dios. Doctrinas de hombres se han impuesto por sobre Las Escrituras.

La búsqueda de una vida confortable en medio de la lujuria ha hecho que los cristianos nieguen las condiciones de Cristo para ser un discípulo. Los creyentes ahora practican un Cristianismo que se enfoca en el ser mismo y para nada en la Cruz. Amamos sus bendiciones, y disfrutamos de sus privilegios pero no queremos ser asociados con la cruz y sus sufrimientos. Esto es inaceptable. Los cristianos, como un aspecto de urgencia, deberían evaluarse a si mismos y ver dónde están sus corazones establecidos.

La obediencia tardía es mucho mejor que la absoluta desobediencia. Podemos mejorar si resolvemos acatar las condiciones de Cristo.