A mis estimaciones, uno de los pasajes más pastorales en todo el Nuevo Testamento es 1 Juan 2:12-14, donde el apóstol Juan detiene sus argumentos fluidos – donde ha estado dando pruebas de la salvación – y habla a sus lectores desde su corazón. Vemos a Juan tomando un momento para hablar directamente a sus hermanos y hermanas en Cristo, compartiendo su corazón con ellos sobre la salvación que tienen en común.
Estudiosos y estudiantes de la Biblia comúnmente han sido desconcertados sobre el propósito de este pasaje, especialmente ya que se encuentra situado en 1 Juan 2 – después de un numero de pruebas de la salvación y antes del primer imperativo en el versículo 15 (“no améis al mundo”). El pasaje parece repetitivo, donde Juan se dirige a los hijos, padres y hombres jóvenes – y después se dirige a los tres grupos una vez más. ¿Por qué les hace un llamado a estos tres grupos? ¿Hay tres grupos, o son estas designaciones para todos los creyentes, viendo al cristianismo desde varios ángulos y bajo diferentes lentes? ¿Y como se aplica ese desvío a nosotros hoy en día?
Conforme comenzamos a desempacar lo que escribe Juan en estos versículos, vemos que no esta dando un tratado teológico o una descripción académica de la salvación. Al contrario, Juan está hablando pastoralmente, dirigiéndose a sus lectores al anticipar sus preocupaciones, preguntas, confusión y su necesdad espiritual en este punto de la cata. Por esa razón, pareciera claro que Juan se dirige a todos los creyentes en la iglesia, pero les habla en tres grupos diferentes. Cada grupo ha alcanzado algún nivel de madurez espiritual. Hay niños espirituales, hombres jóvenes espirituales, y padres espirituales en la iglesia (lo cual aplica también de igual forma a las mujeres en la iglesia).
La repetición que Juan emplea hace dos cosas importantes en este pasaje. Primero, resalta el significado de este pasaje para que los lectores lo entiendan. Repetición en la Escritura casi siempre ocurre para enfatizar. Segundo, esto hace que el pasaje sea más memorable. Nadie que escuchara esto por primera vez tenia su copia de 1 Juan para poder leer en casa. La repetición sin embargo hace que este material sobre salga y se quede en las mentes de los escuchas de esta carta.
¿Entonces porque está aquí este pasaje?
Primero, porque Juan quiere afirmar que sus lectores son aquellos quienes tienen vida eterna. Juan no les esta escribiendo porque no esté seguro de su salvación – un punto explícitamente hecho en 1 Juan 2:21. Más bien, el problema es que ellos no están seguros de tener la vida eterna debido a aquellos que han tratado de engañarlos con la falsa doctrina. Ellos están viendo a un grupo apostata que proclama ser seguidores de Cristo, y están causando que ellos cuestionen su propia salvación en vez de la salvación de aquellos quienes se han desviado de la verdad.
En este pasaje, Juan críticamente distingue entre madurez espiritual y salvación. Un problema en el que los creyentes inmaduros espiritualmente pueden batallar con la falta de seguridad porque son inmaduros. Y así que aquí, Juan les recuerda a sus lectores que su salvación no depende de su nivel de madurez espiritual. Solo porque eres menos maduro que otro cristiano no significa que eres menos salvo que ese otro cristiano. Todos están en un lugar diferente en su crecimiento espiritual, y debemos ser claros que la inmadurez espiritual no significa que no haya vida espiritual.
La segunda cosa que hace Juan, la cual resalta la sabiduría que el Espíritu le dio, es dirigir a sus lectores, sin importar su madurez espiritual, a un crecimiento espiritual mayor. Es como si Juan viniera y dijera, “si eres maduro espiritualmente, no dejes que eso te sacuda de la confianza que tienes en la salvación”, entonces prosigue a exhortar, “Pero no se vuelvan complacientes o cómodos en la in madurez espiritual”. TODOS los creyentes deberían desear crecimiento Espiritual eso es vital para la vida de un verdadero seguidor de Cristo, lo cual Pedro nos dice en 2 Pedro 3:18. Esto es aliento pastoral perfecto del Apóstol Juan, el discípulo amado.
Ahora, mientras examinamos este pasaje, vemos que realmente hay dos razones que Juan resalta de porque los creyentes se estancan en su crecimiento espiritual. Primero, algunas veces tenemos dificultad para crecer porque no sabemos donde nos encontramos espiritualmente, a donde es que necesitamos ir, y como llegar a ese lugar. Esos grupos de Niños Espirituales, Hombres Jóvenes, y Padres. En las siguientes tres publicaciones, diseccionaré cada grupo y elaboraré sobre la evaluación que el apóstol tan sucintamente proporciona. Espero que usted, el lector, utilice estas series para encontrar en que grupo se encuentra hoy y determinar los pasos que deberá tomar para incrementar su madurez espiritual conforme se acerca mas a su recompensa en el Cielo de nuestro Salvador, el Señor Jesucristo.