Millones de cristianos no comprometidos están causando un ‘catastrófico declive en la cosmovisión bíblica en América’ porque muchos han sido discipulados pobremente en su fe y comúnmente no saben como pasar los valores bíblicos a sus hijos, así lo muestra la investigación de un libro nuevo del investigador cristiano George Barna.
El libro nuevo de Barna, Criando Campeones Espirituales: Nutriendo el Corazón, la Mente y el Alma de Tu Hijo, fue publicado el 5 de septiembre y actualmente esta posicionado como numero 1 entre los libros recientemente publicados en Amazon que hablan sobre la familia y la salud.
La investigación viene de siete estudios originales llevados a cabo como parte del esfuerzo de colaboración entre el Centro Cultural de Investigación en la Universidad Cristiana de Arizona y el Consejo de Investigación Familiar. Los estudios examinan la habilidad de los padres a “criar intencionalmente y estratégicamente campeones espirituales entre los niños de la nación”.
De acuerdo al libro, muchos cristianos sienten que están muy mal equipados en su habilidad como padres que han sido arrastrados con la tendencia creciente de “subcontratar sus responsabilidades”.
“Durante la investigación, los padres comúnmente compartieron dudas sobe su capacidad de crianza, incluso expresaron que a pesar de que están haciendo lo mejor que pueden, no sienten que están siendo buenos padres”, así lo explica Barna, el director de investigaciones en el Centro de Investigaciones Culturales en la Universidad Cristiana de Arizona, en un resumen de la investigación resaltada en el libro.
“Pero debido a que aman a sus hijos y quieren que tengan las mejores experiencias y resultados, los padres buscan personas las cuales ellos creen pueden hacer el trabajo en varias dimensiones de las vidas de sus hijos”.
Él escribió que los padres buscan los mejores maestros, entrenadores y otros expertos quienes pueden “darles a sus hijos el entrenamiento que ellos creen que necesitan para ser exitosos”.
“Como resultado, los padres han dado un paso atrás y le han entregado el proceso de desarrollo de la cosmovisión a expertos, quienes pueden o no compartir su cosmovisión y valores”, declaró Barna.
El estadista evangélico añadió, “nuestra cosmovisión es el filtro de toma de decisiones que informa cada decisión que tomamos – intelectual, moral, emocional, y espiritual”. Tener una cosmovisión cristiana, dice él, “es pensar como Jesús, para que puedas actuar como Jesús”.
A pesar de que la Escritura tal como en Deuteronomio 6:1-9, Proverbios 2:1-13, 22:6, 23:13; 29:17, 2 Corintios 12:14, y Efesios 6:4 muestran que los padres son los que están a cargo de la responsabilidad primaria del desarrollo espiritual de sus hijos y el discipulado, menos del 10% de los padres hoy día invierten en cualquier tipo de plan de desarrollo espiritual para sus hijos.
Se muestra que la mayoría de ellos también son incapaces de pasar a sus hijos una cosmovisión bíblica porque la mayoría no tiene una.
Se encontró que solo el 2% de los padres con hijos menores de 13 años tienen una cosmovisión bíblica, mientras que el 94% había abrazado el sincretismo el cual se describe como “una mescolanza de competencia y comúnmente cosmovisiones conflictivas”.
Los datos del libro muestran que solo el 22% de los adres de preadolescentes en América son cristianos nacidos de nuevo, y solamente el 8% de ellos tiene una cosmovisión cristiana.
Mientras que el 58% de los padres cristianos nacidos de nuevo acepta que tienen la responsabilidad primaria del desarrollo espiritual de sus hijos, 23% de ellos dejan ese trabajo a las iglesias “la investigación muestra que recursos poco confiables de entrenamiento de la cosmovisión bíblica van en aumento”, declaró Barna.
“La mayoría de los padres, incluso los nacidos de nuevo, no piensan realmente que el componente espiritual de la vida de sus hijos es algo importante – por lo menos no tan grande como llevar buenas notas en la escuela, deportes o relaciones. E incluso si están enfocados en construir la cosmovisión bíblica de sus hijos, muy pocos padres hoy en día – solo 2% – posee una cosmovisión bíblica”, hizo notar Barna. “No pueden dar lo que no tienen – y esto crea un espacio en la aspiradora espiritual en la que los padres están criando a sus hijos hoy en día”.
La investigación muestra que solo el 36% de niños de 13 y 14 años creen que Dios existe y que es omnisciente, el creador de todo el universo, mientras que solo el 1% de preadolescentes posee una cosmovisión cristiana.
“La mayoría de los adolescentes más jóvenes (61%) cree ya sea en que Jesucristo pecó mientras estuvo en la tierra o tienen la posibilidad abierta de que tal vez lo hizo”, hace notar Barna. “Ni siquiera la mitad (45%) cree que Dios creó el universo. Y una mayoría sobrecogedora cree que no hay verdades objetivas absolutas”.
Barna alentó a los padres a querer desarrollar una cosmovisión cristiana en sus hijos para primero “entender que este es su rol principal en la vida – criar a sus hijos conociendo, amando y sirviendo a Dios con todo su corazón, su mente y alma. No hay otra tarea mas importante en la vida”.
Él hizo notar que debido a que la cosmovisión de un individuo está bastante fundada a la edad de 13 años, los padres deberían invertir en el discipulado de sus hijos durante sus primeros años al hacer un compromiso definitivo en su vida hacia Jesús y convertir la creencia bíblica en acción, entre otras recomendaciones.
“Utilizando estos cimientos, cualquier niño puede construir una vida con propósito y de influencia que glorifique a Dios”, dijo Barna en las recomendaciones que hace en su libro. “Comenzar con estos principios bíblicos simples y básicos empodera a un niño a construir una base espiritual que es espiritualmente sólida, llevando a decisiones de vida que no son solamente consistentes y defendibles sino también satisfactorias y reconfortantes”.