Cristianos enfrentaron persecución en más países y más que cualquier otro grupo religioso durante la pandemia de COVID-19 en 2020, según un reciente estudio de Investigaciones Pew. Se encontró un incremento en 45 países donde los seguidores de Cristo enfrentan abuso social o gubernamental y violencia desde 2012.
Los datos sobre restricciones religiosas a nivel global, lanzados el pasado noviembre, fueron presentados el 27 de enero en un reporte que muestra que los cristianos enfrentaron abusos en 155 durante 2020, un aumento significativo de aquel 110 en 2012.
La definición de la organización para “abuso” puede incluir un amplio rango de acciones, incluyendo abuso verbal a físico, y asesinatos perpetrado por gobiernos, grupos sociales o individuos. El estudio capturó “casos donde grupos o individuos se sintieron incapaces de expresar su religión o creencias”.
El estudio marcó 198 países y territorios por niveles de restricciones de gobierno en religión y hostilidad social, usando los mismos 10 puntos usados en estudios anteriores.
El índice de restricciones del gobierno según Pew (GRI) mide las leyes gubernamentales, políticas y acciones que restringen las creencias y prácticas religiosas, mientras que el Indice de Hostilidad Social (SHI) mide actos de hostilidad religiosa por parte de individuos, organizaciones o grupos en la sociedad.
Los investigadores pasaron por muchos datos y fuentes disponibles para el reporte, incluyendo el informe anual del Departamento de Estado en Libertad Religiosa Internacional y el reporte anual de la Comisión Internacional de Libertad Religiosa.
Por sobre todo, el acoso físico relacionado con la religión ocurrió en más de dos tercios de los países en 2029, según muestra la investigación.
Los musulmanes enfrenrarln acoso en 145 países, un incremento sobre el 109 de 2012. Los judíos, que conforman el 0.2% de la población global enfrentaron persecución en 94 países, del 71 en 2012.
El estudio encontró que el grupo de Cristianos fue “el blanco de individuos y organizaciones en nueve países” donde se les culpó por el aumento de casos de COVID-19.
“En Turquía, la puerta de una iglesia Armenia Ortodoxa fue prendida fuego, y el culpable argumentó que lo hizo porque los cristianos armenios habían traído el coronavirus al país”, según el reporte del 27 de noviembre de ese año.
“En Egipto, las teorías conspiradoras culparon de la pandemia a los cristianos ortodoxos coptos, lo que exacerbó la discriminación que está minoría ya sufría”.
En India, dos cristianos fueron golpeados y asesinados mientras la policía controlaba las violaciones al toque de queda en Tamil Nadu, según el reporte anual sobre libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado americano.
El estudio también encontró un incremento en países donde gente no religiosa enfrentó persecución. Pew nombró a los Estados Unidos entre los 27 países donde “gente no afiliada religiosamente” sufrió acoso en 2020.
“Las restricciones en la religión no solo afectaron a los religiosos. Gente que no tenía afiliación religiosa fue perseguida por lo que creía”, dice el reporte del 27 de enero.
El informe encontró también que los no afiliados religiosos enfrentaron acoso en 12 naciones de mayoría musulmana y en seis países cristianos.
Y en países como Paquistán, donde el Islam es la religión oficial del estado, los ateos recibieron una identificación de “no religioso”, aunque el gobierno les exigía afiliarse en la práctica a la creencia oficial”.
Ejemplos de acoso social citados por Pew incluyeron la sátira política en Líbano, que llamó al ateísmo “la religión de los monos” durante un programa de televisión que promovía el Partido político Movimiento Patriótico Libre Cristiano.
Mientras que el aumento de los “no religiosos” no es nuevo, Pew predice que la tendencia resultará en un golpe a los cristianos de todas las edades, que caerán de 64% a 35% del total de americanos para el 2070.
Los descubrimientos de Pew llegan después del reporte de Puertas Abiertas, que remarcó que más de 360 millones de cristianos experimentaron altos niveles de persecución y discriminación alrededor del globo.
Pero mientras más personas se desligan de la religión, aquellos que reniegan de las creencias institucionales, reconocen que están involucrados en una variedad de prácticas y creencias religiosas.
Según un estudio de la Universidad Baylor, muchos de los “no religiosos” asisten a servicios espírituales, oran, meditan, creen en Dios o en un poder superior, tienen experiencias religiosas y creen en el Cielo, el Infierno y los milagros.