Ministerios cristianos han perdido contacto con numerosos compañeros en Afganistán, justo cuando el país entra a una ‘nueva fase’ de crisis desde la toma de poder de los Talibanes.
William Stark, representante internacional de Christian Concern para el sudeste de Asia, dijo que cuando los Talibanes tomaron el control de Afganistán luego de la salida de las tropas norteamericanas en Agosto, muchos ministerios muchos ministerios cristianos que trabajaban en la zona tuvieron que evacuar por el riesgo.
Ahora, los cristianos atrapados en el país enfrentan un futuro incierto, muchos se han llamado a silencio, buscando desesperadamente salir de la mira de los Talibanes.
«Los cristianos ahora se están escondiendo a causa de la amenaza activa en sus comunidades», dijo Stark.
Él compartió historias de como los cristianos siguen enfrentando amenazas de los Talibanes. En una ocasión, un extremista Islámico amenazó con secuestrar a las hijas de un creyente y casarlas con los miembros de los Talibanes. En otro ataque, un creyente recibió una carta de los Talibanes que decía que su casa les pertenecía. Los cristianos recibieron advertencia acerca de evitar reunirse.
«Aún en los grupos cerrados que tenemos, muchas personas han cambiado sus números telefónicos simplemente porque ya nada es seguro», dijo Stark. «El hecho de mantener un perfil bajo en el país hace que a cualquiera se le dificulte mantener contacto con otros de afuera».
Muchos estiman que la población cristiana en Afganistán asciende a 12.000 personas, convirtiendo en una de las minorías religiosas más bajas del país. Afganistán es 99% musulmana.
Aunque todas las religiones corren peligro en Afganistán por el régimen Talibán, los cristianos son particularmente vulnerables, porque la vasta mayoría de ellos se convirtieron al Cristianismo desde el Islam. Para la ley Sharia, dejar el Islam es un crímen de muerte.
«Hablamos de los cristianos como una minoría religiosa, pero para el régimen Talibán, ellos son apostatás, criminales y personas que merecen la muerte», explicó Stark.
A medida que la persecución aumenta, los cristianos afganos necesitan ‘ayuda de afuera’ para escapar de sus circunstancias.
«Se necesitará un proceso diplomático de parte de Estados Unidos, Reino Unido y otros países que permitan la salida del país», remarcó Stark. «Esencialmente, lo que ellos necesitan es respaldo especial que les permita viajar a través de Afganistán».
Muchos creyentes afganos son «gente rural, sin educación, que no tienen pasaporte», agregó, muchos de ellos son incapaces de conseguir la documentación necesaria para dejar su país.
«Ya que no tienen pasaportes, y no pueden acercarse al gobierno para tramitarlo; es realmente desafiante que puedan abandonar Afganistán».
ICC ha estado apelando a Estados Unidos, Reino Unido y otros gobiernos para crear un ‘status especial’ para los cristianos afganos y así darles el respaldo legal para dejar el país y buscar refugio en alguna parte del mundo.
Mientras que algunas voces se han levantado para que los gobiernos limiten la entrada de refugiados afganos, Stark habla de un ‘tamiz’. El expone que permitiendo la entrada de afganos afiliados a Estados Unidos, es la manera en que quedará poco espacio para los creyentes.
«Poblaciones vulnerables, como la comunidad cristiana, no cabe en la clasificación de aquellos que han trabajado con los militares», dijo. «Si trazamos una línea dura y decimos que sólo gente afiliada al gobierno puede entrar a Estados Unidos, estamos haciendo imposible la salida de creyentes del país afganos».
«Tenemos que asegurarnos de no dejar afuera a los vulnerables, que también merecen ayuda», agregó.
Nehemías, de Misioneros Olvidados Internacional, recientemente compartió la historia de un hombre llamado Andar que desapareció después de viajar a Afganistán con propósitos evangelístico.
«Él estuvo con nosotros por los últimos meses», dijo Nehemías. «Es de Afganistán, estudió en Paquistán y el mes pasado volvió a su tierra para evangelizar. Ya hace más de una semana que no tenemos noticias de él. Hemos perdido todo contacto».
El pasado agosto, grupo de derechos humanos ADF instó con urgencia a la comunidad internacional a unirse en acción por las comunidades minoritarias de Afganistán.
«Mientras los disturbios y matanzas, acosos e intimidaciones aumentan rápidamente, instamos a los Estados y a la comunidad internacional a poner su mayor atención a las minorías perseguidas y darles garantías de seguridad y salida exitosa del país, más allá de si cuentan con la documentación para viajar o no», dijo ADF.