El pasado sábado, un grupo de cristianos denunciaron con una protesta en el centro de El Cairo, que el gobierno los trata como ciudadanos de segunda clase.

A pesar de existir una estricta prohibición contra toda protesta, alrededor de 40 manifestantes se reunieron en la puerta de un tribunal de la capital egipcia. Entre sus pedidos, los cuales expresaron con carteles, exigieron igualdad de derechos para todas las personas sin importar sus creencias y una mayor y auténtica justicia en los frecuentes conflictos entre cristianos y musulmanes.

En su mayoría, los cristianos egipcios, que son 9 millones en todo el país, apoyaron a Abdel-Fatá el-Sisi, quien derrocó al movimiento islamita y asumió como presidente en el 2013. Sin embargo, gran parte de esta población cree que su situación no ha mejorado a pesar de las promesas del actual gobierno.

*La Fotografía es meramente ilustrativa