NAIROBI, Kenia — Musulmanes extremistas asesinaron el mes pasado a un cristiano que era prolífero en llevar a otros a Cristo al este de Uganda, según las fuentes.
El ingeniero Herbert, del distrito de Sironko, fue asesinado a puñaladas en el área de Namakwekwe, en el norte de la ciudad de Mbale, la noche del 8 de abril, mientras regresaba a casa del trabajo en la ciudad donde había establecido un negocio que apoyaba su evangelización de musulmanes, dijeron cristianos del área. Tenía 42 años.
“Herbert fue muy eficaz en las actividades de evangelización”, dijo un pastor del área a Morning Star News. “Trabajó y ayudó a muchos evangelistas a llegar a las comunidades musulmanas en Nkoma, Nakaloke, Busajabwankuba, Nauyo, Kabwangasi y muchas partes de la ciudad de Mbale y fuera de la ciudad. Sus actos de apoyo y ayuda a los predicadores fueron vistos en los círculos islámicos como engañosos para muchos musulmanes que abandonaron el Islam y se unieron al cristianismo, especialmente hombres y mujeres jóvenes”.
Un pastor y un creyente también anónimo por razones de seguridad, encontraron el cuerpo de Herbert a las 9 a.m. hora local del 9 de abril.
“El pastor y yo pudimos reconocer al hombre”, dijo el cristiano, quien se había encontrado con musulmanes atacando a Herbert la noche anterior. “Estaba tendido en un charco de sangre con profundos cortes en la cabeza, la espalda y las manos”.
El cristiano había salido de la ciudad de Mbale la noche del 8 de abril, pero regresó por combustible cuando vio a un grupo de musulmanes en la zona de Namakwekwe, en la división norte de Mbale, dijo.
“Encendí las luces completas de mi automóvil y vi a unos cinco hombres al costado del camino vestidos con capas islámicas y túnicas golpeando a un hombre que hizo una fuerte alarma pidiendo ayuda, pero temí por mi vida cuando uno de los atacantes gritaba a la víctima algo sobre dañar la religión islámica”, dijo.
Se alejó a toda velocidad, aterrorizado, y al llegar a Mbale informó a la policía, dijo.
“La policía me pidió que los llevara al lugar donde ocurrió el incidente a la mañana siguiente”, dijo a Morning Star News, y agregó que inicialmente se mostró reacio por temor a que los musulmanes tomaran represalias contra él por ser testigo ocular cristiano del crimen, pero que la policía le brindó seguridades. “Más tarde acepté y decidí informar a uno de los pastores de la ciudad de Mbale”.
El pastor, que lo acompañó al lugar del crimen a la mañana siguiente, dijo que Herbert lo había ayudado a él y a otros líderes de la iglesia.
“El difunto Herbert me ayudó personalmente y, de hecho, había sido un evangelista maravilloso y talentoso, además de ofrecer apoyo financiero para la expansión del reino de nuestro Señor Jesucristo”, dijo entre lágrimas. “Como el Cuerpo de Cristo, hemos perdido a un siervo devoto de Cristo”.
La policía tomó el cuerpo para realizar las investigaciones postmortem.
El ataque fue uno de los últimos en la persecución que sufren los cristianos en Uganda.
La constitución de Uganda y otras leyes garantizan la libertad religiosa, incluyendo el derecho de propagar la fe propia y el convertir a otros a nuevas religiones. Los musulmanes conforman no más del 12% de la población de Uganda, con su mayor concentración en las áreas del este del país.