«Nuestros corazones se han roto por nuestra única hija, pero vamos a continuar en paz, con dignidad y amor por ella», dijeron los padres de Mueller, Carl y Marsha Mueller, y su hermano, Eric, en un comunicado.

La trabajadora de ayuda humanitaria había sido secuestrada por ISIS desde agosto del 2013, señaló The Guardian. Los partidarios de ISIS dijeron la semana pasada que Mueller había muerto durante el ataque aéreo de Jordania, y aunque los EE.UU. confirmaron la noticia, que no pudieron determinar la causa de su muerte.

Según los informes, Mueller fue tomada por militantes en Siria, mientras trabajaba en un hospital dirigido por el grupo humanitario Médicos Sin Fronteras. En una carta a su familia escrita en algún momento de la primavera del 2014, ella les pidió que no se preocuparan y afirmó que estaba siendo tratada con respeto y que había resultado ilesa.

Dijo que su profunda fe cristiana le dio su calma durante su cautiverio:

«Recuerdo que mamá siempre me decía que en todo, al final lo único que realmente tienes es a Dios. He venido a un lugar en donde la experiencia, en todos los sentidos de la palabra, me ha rendido a nuestro creador. Le doy gracias a Dios por sus oraciones, me he sentido tiernamente arrullada cada día.»

La humanitaria había viajado a Siria para proporcionar ayuda a los refugiados y las personas que sufren en la guerra civil en curso. Antes ella también trabajó para iniciativas humanitarias en la India, Israel y los territorios palestinos.

Mueller dijo en una entrevista en el 2013 al Prescott Daily Courier, un periódico de su ciudad natal de Prescott, Arizona: «Me encuentro a Dios reflejado en los ojos sufrientes de estas personas, así es como se revela a mí, y así es como yo quiero para siempre buscarle”.

Mueller se convirtió en el cuarto ciudadano estadounidense en morir a manos de ISIS, seguido de otro trabajador, Peter Kassig y los periodistas James Foley y Steven Sotloff en 2014.

La familia de Mueller dijo que se sienten orgullosos de su trabajo, y señaló que ella vivía con un propósito.

La familia ha añadido: «Seguimos teniendo el corazón roto, también, por las familias de los otros cautivos que no llegaron a casa de forma segura y que permanecen en nuestros pensamientos y oraciones. Oramos por una resolución pacífica del conflicto en Siria.»

Fuente: http://www.christianpost.com/