Una mujer bondadosa compareció ante un tribunal el martes, para oponerse en contra de una multa que recibió por darles de comer a las personas sin hogar en San Antonio.
Joan Cheever, una cristiana, opera el Chow Train, un camión con permiso y lleno de comida que le permite alimentar entre 50 a 75 personas cada semana. Sin embargo, en abril tuvo un grave problema, la calle por donde iba a pasar para proporcionar la comida era muy estrecha, informó Christian News Network.
Decidió entonces utilizar su camioneta personal para pasar por el callejón estrecho y así llegar a su destino; sin pensar que esa acción lo llevaría hasta los tribunales.
La interceptó la policía, solicitándole su permiso. Cuando las autoridades vieron lo que llevaba, le dijeron que el documento sólo era apto para su camión de comida, no para un vehículo personal.
A pesar de las explicaciones, le aplicaron una multa que podría costarle hasta 2.000 dólares. Ella dijo: “Es terrible criminalizar a los pobres, pero es igual de malo decirle a los buenos samaritanos que eres un criminal también”. La Biblia dice: “Cuando tuve hambre, me diste de comer y yo tomo eso seriamente”.