Un cristiano Paquistaní fue sentenciado a cadena perpetua, acusado de enviar mensajes de texto blasfemos, por la Corte de Rawalpindy; la semana pasada a pesar de que los abogados presentaron pruebas de que la evidencia había sido manipulada y que su cliente no era culpable del crímen.
Zafar Bhatti, de 56 años, continuará cumpliendo una cadena perpetua, que son 25 años en Paquistán, por violar la sección 295-C de la ley anti-blasfemia.
La sentencia por violar esta norma es usualmente la pena de muerte, pero los abogados dijeron que recibió cadena perpetua pues no había suficientes pruebas que lo llevaran a la ejecución.
Bhatti continúa negando los cargos en su contra, que lo acusan de enviar mensajes blasfemos en contra del profeta del Islam. El hombre contó que la policía lo torturó para que confesara un crímen que no cometió.
Inicialmente fue arrestado en 2012 y sentenciado el 3 de mayo de 2017.
Bhatti y su abogado reclaman que fue injustamente acusado de enviar mensajes desde un número no registrado, posiblemente conectado a una mujer llamada Ghazala Khan, que falleció en 2016 de Hepatitis C.
El abogado defensor también cree que el juez fue presionado a dictar la sentencia.
«El juez de la Corte dictó la sentencia bajo tremenda presión debido a las quejas de fuentes oficiales extremistas», dijo Tahir Bashir. «Es obvio que el veredicto fue bajo presión ya que no existe evidencias en contra de mi cliente.»
Bashir alega que la evidencia fue manipulada y no era suficiente para probar el hecho.
«Cuando alguien llama de una compañía de celular , se activa la tarjeta SIM y queda grabada la conversación», dijo Bhatti. «En este caso, la tarjeta SIM se activó tres veces -las dos primeras veces por alguien relacionado a Khan y la tercera por una mujer. Bhatti nunca poseyó la tarjeta SIM, pero misteriosamente fue su teléfono el que se usó para enviar los mensajes.»
«Es evidente que la evidencia fue manipulada», dijo el abogado.
El defensor de Bhatti se mantiene esperanzado que la Suprema Corte de Lahore aceptará la apelación y desestimará la sentencia.
El gobierno Paquistaní está al tanto del abuso de las leyes anti-blasfemia y las acusaciones falsas. Sin embargo, muy poco se ha hecho para reformar las, aún con todos los reclamos internacionales.
Los activistas de derechos humanos han luchado por décadas en contra de estas leyes en Paquistán, que desproporcionadamente perjudican a las minorías, pues son blanco de acusaciones falsas en la mayoría de los casos.
“Vagas previsiones» se encuentran en los artículos del código penal que criminalizan cualquier discurso o acto «que insulte a la religión o creencia basada en el Corán, en el profeta Islámico Mahoma, un lugar de culto o símbolos religiosos», reportan las organizaciones de derechos humanos.
Una pareja Paquistaní fue sentenciada a muerte por mensajes de texto blasfemos, después de pasar ocho años en prisión.
Puertas Abiertas Estados Unidos ubica a Paquistán en el puesto cinco entre los países más peligrosos para los Cristianos.
Con una población de 208 millones de personas, solo 4 millones son cristianos en el país.
Las acusaciones falsas de blasfemia tienen como principal blanco a los cristianos y otras minorías religiosas, incentivadas por el odio religioso y las venganzas personales.
Bajo la ley anti-blasfemia, los acusados de insultar al Islam o a su profeta pueden enfrentar cadena perpetua, pena de muerte o constante odio y violencia de parte de sus comunidades.
Las acusaciones de blasfemia también llevan a masivas protestas y turbas violentas.