Corea del Norte ha condenado a cadena perpetua al pastor canadiense Lim Hiyeon-soo, detenido desde enero bajo la acusación de espionaje y acciones subversivas contra el régimen de Kim Jong Un.
Según la agencia japonesa Kyodo, el tribunal ha determinado la culpabilidad de Lim por “dañar la dignidad de la dirección suprema y el sistema social de la República Popular de Corea”, según su propia confesión realizada en julio.
La familia de Lim, residente en Canadá, insistió en la inocencia del pastor, cuya visita a Corea era para hacerobra social y ayudar a los necesitados. Se le pidió asimismo a la diplomacia canadiense que actuase para su liberación.
El pastor lideraba la Iglesia Presbiteriana de la Luz de Mississauga, en las cercanías de Toronto, y había viajado a Corea del Norte desde China el pasado mes de enero.
A pesar de los intentos propagandísticos del régimen, la religión cristiana continúa siendo perseguida en Corea del Norte. Muchos cristianos han sido sentenciados a trabajos forzados bajo los cargos de disidencia. El país vive sometido al culto al líder supremo, ahora el presidente Kim Jong Un.