La Convención Bautista de Carolina del Norte ha enviado una resolución honrando al fallecido Reverendo Billy Graham, en vísperas de lo que hubiese sido su cumpleaños número 100.

En su reunión anual en Greensboro el lunes, los mensajeros de la convención adoptaron la «Resolución de Apreciación por la Vida de Billy Graham».

«Los mensajeros de la Convención Estatal Bautista de Carolina del Norte, reunidos en Greensboro, Carolina del Norte, 5 de Noviembre de 2018; lamentan el fallecimiento de Billy Graham el 21 de febrero de 2018, pero a la vez celebran, honran y conmemoran su vida y ministerio como un amado Bautista sureño que viajó por el mundo compartiendo las Buenas Nuevas de Jesucristo,» dice la resolución.

«… Deseamos celebrar el legado de Billy Graham, comprometiéndonos a compartir el Evangelio, a vivir en santidad, y a encontrar gozo a través de la eterna paz con Dios, alcanzada por la vida, muerte y resurrección de Jesucristo.»

Nativo de Charlotte, Carolina del Norte, Graham fue criado en una granja lechera. Más tarde se graduó en el Wheaton College en Illinois, ahora Museo Central Billy Graham.

Muchos consideran que Graham ha predicado el Evangelio a más personas que cualquiera en la historia. Según la Asociación Evangelística Billy Graham, ha predicado mensajes en vivo a cerca de 215 millones de personas en 185 países del mundo y territorios.

Graham también predicó a cientos de millones a través de los medios de comunicación.

En febrero, a pocos meses de cumplir 100 años, Graham murió pacíficamente en su casa de Montreat, Carolina del Norte, debido a varios problemas de salud conectados con su edad avanzada.

Will Graham, nieto de Billy Graham e hijo de Franklin Graham, fue el encargado de anunciar el fallecimiento de su abuelo.

«Lamentamos que él ya no esté físicamente con nosotros aquí, pero no nos lamentamos como aquellos que no tienen esperanzas,» dirijo Willy.

«Mi abuelo invirtió su vida entera a compartir la promesa de la eternidad a través de Jesucristo, y hoy tiene la oportunidad de alcanzarla para sí mismo, de arrodillarse a los pies de Su Salvador y oír sus palabras: ‘Bien hecho, buen siervo y fiel.'»