A guardar, a guardar cada cosa en su lugar.

Desde muy pequeños debemos enseñarles a nuestros hijos a ser ordenados, porque nuestro dios es un Dios de orden.

Tenemos que dar el ejemplo y enseñarles cómo hacerlo.

Los niños no acomodan sus cosas porque les aburre y les resulta fastidioso, no entienden el concepto del orden, le da lo mismo, el guardar y ordenar sus cosas quiere decir que se acabó el juego y que la diversión ha llegado a su fin.

Podemos facilitarles cajas plásticas o de cartón, donde guardarán todo después de jugar, dibujar etc.

Algunos tips:

1.Podemos comenzar desde los dos años de edad

2.Debemos enseñarles que ordenar es una parte importante del juego. Y no solo que entiendan que ordenar significa que terminó el juego, sino que tan solo después seguiremos jugando.

3.Ordenamos juntos y luego lo dejamos para que ellos ordenen solos y nosotros los supervisamos.

4.Enseñamos a clasificar objetos mientras ordenamos.

5.Nunca ordenemos nosotros por ellos, solo si estamos muy apurados o no lo pueden hacer.

6.Agradecer o elogiar después de la tarea asignada.

7.No rendirse ni retroceder seguir probando.

8.La obediencia trae bendición y larga vida.

La mejor forma de convertirlos en personas ordenadas es aprendiendo el hábito desde la niñez

Los padres que al final terminan recogiendo el desorden de sus hijos, están alterando la idea del orden y la disciplina en el niño.

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Si queremos hijos disciplinados y ordenados, se debe dar órdenes y el cumplimiento de ellas es el esfuerzo y la perseverancia de los padres.

Educar a un niño a ordenar las cosas, le va a dar un beneficio incalculable para que en el futuro sea una persona ordenada a nivel espiritual, a nivel social, a nivel sentimental, a nivel intelectual, a nivel laboral.

Pues Dios no es Dios de desorden sino de paz, 

1 Corintios 14:33 (Nueva Traducción Viviente)

 

Dios te bendiga.