Sin duda el atentado ocurrido en Niza, Francia, mientras una multitud participaba de las celebraciones por el 14 de julio por la Toma de la Bastilla da mucho para reflexionar. Un camión embistió a la muchedumbre en plena Fiesta Nacional francesa. El atentado dejó al menos 80 muertos y más de 100 heridos según confirmaron fuentes oficiales. El hecho es investigado por la justicia antiterrorista.
Hoy tenemos que meditar hasta donde puede llegar la decisión humana para realizar un hecho de esta magnitud, contraponiéndolo con el mensaje que como cristianos tenemos de nuestro Salvador, donde nos enseña a amar hasta a nuestros enemigos.

Investigadores de la policía francesa examinan el camión que arrolló anoche a una multitud de personas cuando festejaba el Día de la Bastilla./ REUTERS/Jean-Pierre Amet
Creo que en estos tiempos debemos revisar toda nuestra creencia, y saber si lo que el Señor Jesucristo dejó como legado lo estamos entendiendo. El postuló una idea de amor hacia el prójimo como ninguna otra creencia religiosa se atreviera, chocando con todos los pre-conceptos humanos conocidos y llegando más allá de lo que las personas puedan imaginar.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Bajo esta premisa tenemos que empezar a elaborar como están nuestros principios y como nos relacionamos con nuestro entorno. Creo que debemos profundizar mucho más sobre esto y sanar nuestro ser interior, muchas veces dañado por haber heredado falsos conceptos, para elaborar el nuevo hombre que Dios quiere en nosotros mismos.
El poner la otra mejilla es el resultado de haber aprendido fielmente las enseñanzas del maestro, porque humanamente sería imposible. Esto no es lo que nos sale en forma espontanea por eso debemos trabajar nuestro carácter y morir al viejo hombre para que nazca el nuevo en nosotros.