Zion perdió sus pies y sus manos a causa de una infección a los dos años de edad. Esto hizo que le tuvieran que trasplantar, dos años más tarde, un riñón que le donó su madre. Ahora, el pequeño ha sido intervenido por especialistas del Hospital Infantil de Filadelfia, en una operación de más de diez horas con la participación de un equipo de 40 profesionales del centro.

Para llevar a cabo la cirugía era necesario encontrar un donante adecuado y en ello jugó un papel crucial la organización sin ánimo de lucro Gift of Life Donor Program, que desde hace 40 años ayuda a coordinar la donación de órganos en Pensilvania.

Según indicó el hospital, Harvey tendrá que pasar algunas semanas más en la unidad médica de rehabilitación y, luego, podrá volver a su casa en Baltimore (Maryland).