¿Cuánto afecta a la humanidad no comprender la voluntad de DIOS en esta crisis mundial?

Bienvenidas a este espacio, nuestro espacio, en el que cada semana compartimos una reflexión; una historia de vida, un testimonio que ayude a acrecentar tu confianza; una palabra que te desafíe a alcanzar y optimizar aquello que viene a tus manos o simplemente lo que deseo que te motive a ser esa mujer que disfrute de manera íntegra lo que hace. 

Hoy mi deseo es hablarte acerca de la fe. Seguramente pensarás que todos hablan de esto frecuentemente, pero… ¿Estarías dispuesta a vivir o morir por aquello que crees? 

Estos han sido días, semanas y meses, seguramente de situaciones dolorosas e inexplicables, como las que vienen a golpear fuerte a las emociones y a todo tu ser integral; más aquello que te sostiene es la confianza en Dios, nuestra roca fuerte y eterna. 

Siempre que tengo la oportunidad de poder escuchar, aconsejar o guiar a alguien, todo siempre concluye en Jesús, y puedo aseverar lo siguiente:- Si estás pasando por un momento de crisis, en el que te planteas el valor de tu propia existencia, y hasta lograste reflexionar cuán preciosa es; o también, cuando te vas encontrando con cosas no están funcionando como las planeaste al escaparse de tu control; es ahí y justamente allí cuando simplemente ya no te queda mejor y mayor opción que entregar aquello que te agobia; alivianá tu carga permitiéndote llorar en la presencia de Dios, no te guardes esas lágrimas, esta será una de las  maneras que tendrás de poder desarmar toda tu humanidad, de romper con las estructuras que te mantienen en la apariencia de que todo lo podés, porque solo en Cristo todo lo podemos; y en él encontrarás esa esperanza que nunca te dejará en vergüenza. 

Hablé con muchísimas personas en este último año y 3 meses de Pandemia (situación actual Argentina) y situación que está asolando a las naciones de la tierra; y en esas charlas, en gran parte de ellas, había un patrón que se repetía, y era un interrogante ante tanta pérdida: ¿Pero por qué pasó esto? ¿Por qué a tal persona? ¿Por qué si era tan bueno/a? ¿Por qué si era tan joven? ¿Por qué si tenía tantos hijos? ¿Por qué no pude despedirme? Y vienen a mi memoria tantos otros ¿Por qué? que me dejaron tantas veces sin respuesta, pero no sin una mirada atenta ante quien me lo decía; y si fue a través de una llamada, no me he guardado un: – Estoy a tu lado, que el abrazo del Espíritu Santo reconforte tu corazón, oro por vos. 

Es real, me pasa que como hija, esposa, amiga, pastora, hermana que llegan estos momentos en los que pareciera ser que las palabras ya no alcanzan, pero aun así las de Dios permanecen para siempre y son ellas el principal sostén que necesitamos. Hay respuestas que humanamente no vamos a tener, la palabra de Dios afirma que: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, más las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” Deuteronomio 29:29 

De la misma manera que las Escrituras nos afirman que su voluntad es buena, agradable y perfecta, nos aferramos a esa promesa, porque nunca nos avergonzará. Desde el momento en el que Cristo mora en nuestro interior, al recibirle como único Salvador, sabemos que nada podrá ya separarnos de Su amor. Este es el momento oportuno para que podamos derramar todo lo que somos a sus pies, para fortalecernos en él y para apropiarnos de cada una de las promesas que fueron pensadas para cada una de nosotras. 

Cuando no encuentres respuestas a tantos ¿Por qué? Aferrá tu corazón a quien puede sanarlo del dolor; detente para procesar la situación que hoy atraviesas, y llena tu vida de la confianza, acrecentando tu fe en Jesucristo. Llegará el día, como dice en el libro de Apocalipsis 21:4 :Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

Mantén tu confianza en Cristo, te abrazo en su amor. 

 

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