Muchas veces comentamos cosas como si compartiéramos pensamientos personales, pero solo son repetición de lo que escuchamos en medios de comunicación o leemos de libros, revistas o diarios.
Cuando leemos la Biblia y compartimos los principios que ella enseña luego debemos probarlo haciendolo parte de nuestras vidas, practicando las enseñanzas que Dios da al ser humano. Luego nos atrevemos a transmitirlo y recién allí estaremos en condición de decir «yo pienso».
Toda la información que recibimos debe ser analizada y pasada por el tamis de la Palabra de Dios, para eso es necesario un buen manejo de la Biblia y más que un conocimiento intelectual, es importante una vivencia de todo el pensamiento del Señor.
No tenemos que ser todos teólogos, pero si debemos practicar lo que creemos. Dice en Colosenses 3:16: La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.