En muchos países cerrados de Medio Oriente, los cristianos no pueden compartir públicamente su fe – o, si lo hacen, corren el riesgo de ser atacados, rechazados o encarcelados. Los trabajadores de campo de Puertas Abiertas como Rashid, Jonathan y Peter (los nombres fueron cambiados) valientemente trabajan con creyentes secretos, asegurando que no enfrenten solos la persecución. En esta entrevista, ellos nos explican lo que experimentan los creyentes secretos en Medio Oriente.
¿Cómo son perseguidos los creyentes de Medio Oriente si se descubre la fe que profesan?
Peter: “Pueden ser golpeados o puestos en arresto domiciliario; su familia pondrá mucha presión en ellos para que regresen a su antigua fe. Puede que sean expulsados de sus hogares y familia, y algunos – como Taher y Donya – han tenido que huir de su hogar hacia un lugar seguro en otra área del país, o en otro país”.
Jonathan: “En otras familias, los creyentes son vistos como una maldición para la familia: ‘el tio Achmed tiene coronavirus: ¡eso es tu culpa! Son ridiculizados y humillados. Los hombres son golpeados y también podrían perder su empleo. Las mujeres son encerradas o abusadas sexualmente. Debido a que convertirse del islam a cualquier otra religión es ilegal, no simplemente pueden acudir a la policía”.
Rashid: “A la misma vez, vemos una dinámica en la dirección opuesta. Los creyentes que tienen camaradería encuentran realmente peligroso el hecho de reunirse, así que se vuelven mas aislados. Y eso puede dar paso a creencias y practicas insanas en las iglesias en casa”.
Jonathan: “Continuamente escucho que los creyentes aislados sienten que tienen dos identidades: una como cristianos en su iglesia en casa o en línea y otra como persona en la familia. Esto causa una crisis de identidad: algunos se preguntan si pueden todavía ser ciudadanos de su país, o si son cristianos”.
Peter: “También tienen dificultades con su seguridad: ¿Cómo esconder la fe que acaban de descubrir? ¿Dónde esconder su Biblia, si tienen una? ¿Cómo pueden orar en secreto?
¿Cómo ha venido a cambiar la situación el Covid-19?
Peter: los encierros forzosos han hecho la vida más difícil para los creyentes secretos – particularmente aquellos para quienes sus familias no son cristianas. Ellos necesitan estar todo el tiempo en el mismo espacio que su familia, sin tener un ‘escape’. Es más difícil ocultar su fe. Hay más incidentes porque ellos están cerca de sus perseguidores potenciales durante todo el tiempo. Mas creyentes secretos están siendo descubiertos, arrestados y encarcelados durante la pandemia.”
“En la otra mano, ¡el numero de creyentes secretos entrando a nuestros programas en línea se ha duplicado! Eso se debe a que muchas personas se tienen que quedar en casa, y pasan más tiempo en línea”.