Traductores Bíblicos de Wycliffe han comenzado trabajos en traducciones bíblicas para dos idiomas en Chad, dónde no hay sistema escrito del lenguaje.
La organización dijo que será «un largo proceso» traducir las Escrituras al Mulgi y al Gula Iro.
Hay cerca de 5.000 a 7.000 Mulgi, mientras que los Gula Iro rondan entre 10.000 y 11.000 personas.
Las investigaciones previas han sido llevadas adelante por lingüistas como Dorothea Reuter y María Gustafsson, las que sentaron la base para traducción y para el trabajo literario.
Ellas han estado investigando los idiomas desde el verano y han creado un borrador de alfabeto para cada lengua.
«Comenzamos nuestro trabajo a finales de junio», dijo Dorothea, quien se enfoca en la lengua Gula Iro.

Un hombre Mulgi con el borrador del alfabeto Mulgəni
María, quien se enfoca en el idioma de los Mulgi, dijo: «Nos uniremos a otras organizaciones, trabajando en conjunto hacia la traducción bíblica oral, la cual en un punto llegará a ser escrita.»
Una indicación del desafío que supone para los traductores bíblicos de Wycliffe, es que no se sabe cuándo, dónde y cómo se comenzaron a usar estos idiomas.
«Eso es parte de la investigación que nos toca», dijo María.
«Sabemos que el idioma de los Mulgi no es conocido, excepto por sus vecinos inmediatos. Gura Iro tiene algo de escritura literaria, y sabemos que esto es parte de la identidad de los Gura Iro.»
El proyecto de traducción no es solo importante para los grupos a quienes se les provee las traducciones; es un gran avance para los idiomas en particular.
Caroline Tyler, director del equipo Wycliffe en Chad, dijo: ‘Es un privilegio para nuestro equipo comenzar los trabajos con estos dos grupos de personas.»
«Por supuesto, queremos que tengan las Escrituras en su propia idioma, así pueden leer y escuchar acerca de Jesús en el idioma de su corazón.»
«Pero el Mulgi y el Gula Iro obtendrán muchos otros beneficios al ser estudiados formalmente, escritos y enseñados.»
Las reuniones entre los representantes del Mulgi y Gula Iro ya se han llevado adelante en la capital, N’Djamena.
Caroline continúo: «Visitamos a los representantes de cada comunidad en la capital, N’Djamena, para explicarles el trabajo y escuchar de los miembros de la comunidad acerca de las aspiraciones e interrogantes de su propia lengua.»
El alfabeto borrador presentado durante las reuniones generó respuestas positivas de parte de los presentes.
«Las personas se mostraron entusiasmadas acerca de este simple documento, pues es su primer material escrito en su idioma, y automáticamente dieron sus devoluciones, correcciones y sugerencias», dijo Dorothea.
«En ambas instancias, se presentó una interacción entre las partes interesantes.»
«El borrador despertó un considerable interés entre los Mulgi, ya que todos querían una copia; estaban fascinados cuando uno de ellos leyó el escrito en voz alta. Al final de la reunión, bailaron y cantaron en su idioma.»
El Francés y el Árabe son los dos idiomas oficiales en Chad, pero muchos miembros de la comunidad Mulgi no hablan ninguno de los dos, o solo los manejan para una conversación básica.
En cuánto al trabajo de traducción, las lingüistas dicen que descansan en la providencia y la ayuda de Dios.
«Primero, tenemos que registrar los sonidos que hay en el idioma, y como afectan al significado de las palabras. Luego, cuántas letras necesitamos en el alfabeto y cuáles escoger -y como representarlas en el lenguaje escrito, que es tan importante como el oral», dijo Dorothea.
«Es emocionante empezar este trabajo, hacerlo directamente con la gente, y realizar algo que nadie lo ha hecho antes. Es desafiante, pues es mucho lo que hay que hacer y no puedes simplemente ir por la «respuesta correcta».
«Definitivamente, necesitamos de la sabiduría de Dios y su fuerza, pues no es algo que se pueda hacer solo por voluntad humana.»